Apenas horas antes del viaje del ministro Luis Caputo y el titular del Banco Central Santiago Bausili -se encontrarán en Brasil con la presidente del FMI, Kristalina Georgieva- la autoridad monetaria adelantó su reunión de directorio y comunicó flexibilizaciones iniciales al cepo.
«El Directorio del BCRA decidió acortar los plazos para las empresas que accedan al Mercado Libre de Cambios (MLC) para pagar importaciones, subir el monto que los exportadores de servicios no están obligados a liquidar en el MLC y permitir que las personas que habían recibido alguna ayuda por parte del Estado durante la pandemia o que se benefician con subsidios a los consumos de servicios públicos puedan realizar operaciones cambiarias a través de títulos valores en moneda extranjera», detalló el BCRA en un comunicado.
«El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un nuevo paso en el proceso de remover y flexibilizar las regulaciones de acceso al mercado de cambios, que tiene como objetivo final la eliminación total de las restricciones», detalló la entidad.
Señaló que en el transcurso del primer semestre de 2024 los pagos de importaciones cursados por el MLC «volvieron al entorno del 100% del monto mensual promedio de importaciones». Tras recordar que el gobierno anterior sólo pagaba el 20% de las importaciones, expuso que las medidas tomadas desde diciembre de 2023 (incluyendo la emisión de Bopreal por la deuda acumulada que dejó la gestión de Sergio Massa) «posibilitó la acumulación de reservas internacionales en forma acelerada generando un stock de deuda comercial. En respuesta a los mejores resultados de lo previsto en el desarrollo del programa, el BCRA avanza en la normalización del comercio exterior, permitiendo la reducción de las deudas contraídas», explicó.
Recordó que los pagos de energía son al contado; mientras que acceden al MLC en 30 días tras el registro de ingreso en aduana, los pagos de productos farmacéuticos, otros bienes relacionados con la atención de la salud, fertilizantes, productos fitosanitarios destinados a su elaboración local, productos de la canasta básica de consumo e importaciones oficializadas por MiPyMEs.
«Los bienes suntuarios y los autos terminados se abonan a partir de los 120 días del registro aduanero. El Directorio decidió hoy que, a partir del 1° de agosto, estos bienes tendrán un plazo de acceso al MLC a partir de los 90 días desde el registro de su ingreso aduanero.
«El resto de los productos -señaló el BCRA- se pagan con un esquema de cuatro cuotas por un monto equivalente al 25% del valor a contar desde los 30, 60, 90 y 120 días corridos desde su ingreso aduanero. A partir del 1º de agosto, estos bienes tendrán acceso al MLC para pagarse en dos cuotas, una a partir de los 30 días y la segunda a partir de los 60 días de su ingreso aduanero, por el 50% cada una. Este grupo representa más de la mitad del total de las importaciones».
El directorio señala un doble efecto positivo: contribuir a la reactivación de la economía «porque les permite a las empresas que importan afrontar menos carga financiera» y «reducir el traslado a precios del mayor costo asociado a la calendarización vigente, que obligaba a aquellas empresas que no obtenían financiamiento comercial de sus proveedores a pagarles a través del mercado de cambios paralelo».
La batería de decisiones incluye «remover las restricciones para acceder a las operaciones de dólar MEP y de Contado con Liquidación que tenían las personas humanas que habían recibido alguna ayuda del Estado durante la pandemia o que tienen un subsidio al consumo en los servicios públicos. Con esta medida, quedarán habilitados para suscribir créditos hipotecarios en pesos y acceder al dólar MEP para concretar sus operaciones inmobiliarias todas aquellas personas que estaban incluidas en esa categoría».
Pasivos remunerados
«El Banco Central anunció en la tarde de este miércoles «la eliminación de la totalidad de los pasivos remunerados del BCRA (colocación de LEFIs por parte del Tesoro) por $ 10,85 billones, y cerró así la «tercera canilla» de emisión de pesos. El gobierno inauguró así lo que denomina como «segunda fase» de su planificación económica, en la que sin recurrir a «la maquinita» de emisión, espera reducir la inflación».