El gobierno nacional sigue sin ponderar el impacto de la masiva movilización que se hizo este martes a la tarde, en todo el país, en defensa de la educación pública. Antes de que llegue la noche y termine la desconcentración, sorprendió un posteo del propio Presidente Javier Milei con un dibujo hecho con inteligencia artificial que lo ubicaba bebiendo de una taza con la inscripción «Lágrimas de zurdos».
Un día después, en su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni habló de «elenco estable habitual» en las marchas, de «algún sector», de «determinados personajes» y cuestionó que «se haya intentado convencer a un grupo enorme, infinito de estudiantes de que vamos a cerrar la universidad pública».
Y si bien insistió en varias oportunidades en que «las universidades públicas no se van a cerrar», lo cierto es que las movilizaciones que se desarrollaron este martes a lo largo y ancho del país estuvieron protagonizadas por estudiantes, docentes, no docentes y gente de a pie, como se dice de quienes no pertenecen a ninguna de las organizaciones convocantes, más allá de la presencia de referentes gremiales y políticos que, vale la pena aclarar, tenían distinta pertenencia.
El portavoz presidencial calificó de «genuina» a la marcha aunque no respondió a varias consultas sobre cuántas personas habían participado según sus propios cálculos. Es una apreciación importante por cuando el Ministerio de Seguridad había anticipado que pondría en marcha el protocolo antipiquetes, que, entre otras cosas, impide cortar las calles y obliga a manifestar por las veredas. El enorme volumen de personas que se desplazaron por el centro porteño volvió a la norma de imposible aplicación.
Con respecto a la convocatoria con el Consejo Universitario Nacional que, en principio estaba prevista para el próximo martes 30 de abril, «no está confirmada», dijo Adorni: «Entiendo que el canal de diálogo está abierto y probablemente (el encuentro) exista».
Controles
Todas las preguntas, de las cinco que se habilitan por rueda de prensa, estuvieron relacionadas con la marcha; incluso se le consultó si entre los manifestantes habría votantes de Javier Milei, teniendo en cuenta que buena parte de los votos al Presidente provinieron de un electorado joven y que este grupo etario fue mayoría en la movilización.
Adorni no confirmó ni descartó esa posibilidad pero volvió a que «más allá del elenco estable habitual de estas marchas, respetamos a todo aquel que quiera manifestarse, felicitamos a quienes, a pesar de ser elenco estable, lo hicieron en paz, sin violencia y dentro del marco que todos pretendemos: sin desorden público».
En este punto, aclaró: «Las universidades públicas no se van a cerrar, no está ni va a estar en ninguna agenda (el cierre), y somos de los mayores defensores de la educación pública», dijo Adorni, quien señaló que esa era una de las cuestiones «impulsadas por determinados personajes que vimos ayer (por el martes)».
«Si la posición de la marcha fue para que nosotros, como gobierno, no impulsemos el cierre de las universidades fue una marcha equivocada; porque nunca se nos hubiera cruzado por la cabeza resquebrajar la educación pública», insistió Adorni para volver a poner la lupa sobre «algún sector» o «determinados personajes que le han hecho tanto daño a la Argentina».
Consultado sobre la gratuidad de la educación, evaluó que «las universidades son gratis para los alumnos, pero las pagamos entre todos. Y para eso son importantes las auditorías», dijo el vocero que volvió varias veces a este concepto, que fue la carta que mostró con insistencia el gobierno nacional a medida que la movilización tomaba forma y fue confirmada.
«Las universidades no se van quedar sin presupuesto, no se van a quedar sin pagar la luz; queremos que el dinero sea destinado a quienes corresponden», dijo Adorni y se preguntó «¿qué problema hay en auditar una universidad? ¿Cuál es la razón por la que una universidad se negaría?»
Una de las consultas fue sobre por qué la educación no fue incluida entre los 10 puntos del Pacto de Mayo. «Porque es algo que para nosotros es transversal a todo», dijo Adorni que comparó este concepto con el que encabeza el decálogo del acuerdo que espera firmar Milei con todos los gobernadores el 25 de mayo en Córdoba. «La propiedad privada no es transversal a todo, la educación pública si y no tiene por qué estar en el Pacto de Mayo».
Volviendo al mensaje original, el vocero insistió en que «nadie va a mover un pelo para que las universidades públicas se cierren, bajen la calidad o bajen la llave de la luz. Eso no va a pasar nunca porque los principales defensores de la educación pública somos nosotros», declaró para volver sobre los controles: «Parte de la defensa de la universidad pública tiene que estar en las auditorías».