En una escalada de medidas de todos los ambitos, los gobiernos asumen distintos desafíos, todos de impacto en la sociedad. Pasa con el gobierno nacional, y su veto a la reforma jubilatoria, pasa en la provincia con el avance hacia la reforma previsional, y tambien pasa en Ceres, donde la gestión municipal asume temas de relevancia para la comunidad.
En los últimos días, la gestión de la Intendente Dupouy, empezó a sondear el camino dificil de moderar y tratar de hacer más dinamica y ordenada la nocturnidad.
Para eso emplazó a los Concejales propios, que ya pusieron fecha para el texto de ordenanza final, y quieren llegar a esa instancia con varias cosas sabidas.
Se sabe, y en el gobierno también lo evalúan, que toda medida que se imponga en un escrito de ley, tendrá adeptos y contras. Para evitar que haya voces contrarias desde su origen han comenzado a reunirse con distintos actores sociales, netamente vinculados a la nocturnidad. La comunidad podrá opinar mediante una encuesta abierta y anónima, que ya esta disponible en distintas plataformas del gobierno.
La nocturnidad es un tema de interés en toda comunidad del mundo. Lo que sucede es que tiene tantas aristas que conformar a todos suele ser muy complicado. Primero, porque impone reglas y condiciones que deben cumplirse para no ser pasibles de multas o clausuras. Pero lo más importante es la aplicabilidad, que siempre roza la antipatia de quien debe ser supervisado.
A todo esto se enfrenta el Gobierno que ha decidido avanzar en una ordenanza integral, que pueda nuclear en una sola ley, todas las demas legislaciones vigentes y que estan sueltas.
Desde distintos años, se han venido imponiendo reglas para tratar de ordenar las propuestas nocturnas, que en Ceres,vienen siendo más escasas que en otros tiempos. Ceres es un ciudad con más de 17 mil habitantes, pero tiene una nocturnidad que disminuyó al paso de estos últimos años. Incluso, antes de la pandemia, ya la oferta solo se abria como opción los fines de semana.
La ciudad nuclea dos discotecas con apertura los fines de semana, saben ser opciones viernes, sabados o feriados (no siempre). Pocos recitales en clubes, dos fiestas como la Tradición y del Zapallo, y una dinámica más relevante en salones de fiestas destinados para tal, que albergan cumpleaños, aniversarios, bodas, y encuentros sociales.
En este aspecto, la oferta es un poco más importante, si se la compara con la de bares o pubs. De lunes a jueves son practicamente nulas las ofertas de nocturnidad. Un solo bar ofrece una peña los dias jueves, una cafeteria que abre sus puertas hasta la medianoche, y una estación de servicios dentro del éjido urbano que ofrece su propuesta de cafeteria y kiosco. Para viernes, sabado y domingo la nocturnidad abre algunas posibilidades más como bares y comedores, con sus tradicionales propuestas y sus hora de cierre ya estipuladas por antiguas ordenanzas.
Las opciones, aunque no lo parezca, son menos que en otras ciudades, incluso con menos pobladores que la ciudad de Ceres.
Los distintos procesos han ido desalentando a invertir en la noche ceresina. Primero porque la cantidad de gente que se moviliza para cenar o salir a bailar en la misma siempre. La segunda porque Ceres ya ha dejado de estar en el foco de poblaciones vecinas que antes llegaban a Ceres para disfrutar las propuestas durante el fin de
semana. A la luz de las ausencias, aparecen opciones más a tono de lo que buscan cada rango etario. Las discotecas asumen la responsaibilidad de ser las unicas opciones para un sabado por la noche. No hay nada más que eso. Encontrar otra propuesta es imposible, simplemente porque no existe.
Claro que esta nueva ordenanza de nocturnidad deberá imponer condiciones, pero tambien deberá mostrarse motivadora para quienes busquen aportar a lo ciego por un nicho comercial que encuentre adeptos y agrande la propuesta ceresina durante la noche. Eso parece más dificil que, incluso, imponer reglamentaciones a lo actualmente vigente.
Hay varios refranes que podriamos citar para describir la situación que hay uno más vigente que nunca, «la gente para salir tiene». Si esto es real, hay que buscar agrandar el mapa de locales que ofrezcan opciones para una salida placentera, porque hoy eso es escaso.
Quienes están en el negocio de la noche, esperan que las temporadas de noches más cálidas lleguen rápido, porque en el invierno se sobrevive, pero en el verano se consiguen los reditos para subsistir el resto del año. Ese redito tambien deriva en mayores inversiones en los locales, y se abre un abanico laboral temporal mucho más fuerte.
Una reglamentación de nocturnidad que no contemple estos aspectos, llevará claramente a una desmotivación y desinversión importante.
Es lo que no se quiere. El gobierno trasunta estas semanas buscando las opiniones necesarias para conseguir aprobar una ordenanza que refleje la realidad del sector.
Hay casos emblemáticos que se podrian ir tratando de a uno en esta columna pero sería demasiado largo para poder darle lectura. Estos protagonistas tendrán una oportunidad única para poder decir lo suyo, y permitir que haya una voz más entre las que se escucharan. Aca ingresan kioscos que pretenden estirar la venta de alcohol una hora más, edad de jovenes para ingreso a discotecas y bailables de promociones. Hay un abánico amplio, que no estan reglados, y están plenamente vigentes.
El Gobierno asumió el desafío, es tiempo de que, los que estan involucrados directa e indirectamente con la noche, digan lo suyo, las opciones están.
Martin Farias