Los distintos actores de la nocturnidad que ya fueron convocados se fueron con más dudas que certezas. Los concejales de la UCR se han dedicado a tomar la palabra y medir el pulso de como se asumirá una ley de nocturnidad que contemple en una misma ordenanza todas las demás.
Las principales dudas sobre todo lo que se quiere reglar es la «aplicabilidad». Ese es uno de los puntos más dificiles de convencer a los inversores de la noche ceresina. Nadie duda que esta decisión política tocará intereses, al fin y al cabo, cuando se busca legalizar, o ajusticiar a quienes no cumplan la norma, siempre hay reticencias. Esta ley local no es la excepción.
Por donde vienen las principales dudas, primero, el ingreso de menores de 16 años o su permanencia en discotecas o propuestas bailables. «Desde el sector avisan que eso ya se impuso en otros momentos y nunca dio resultados». Tienen razón, y no encuentran en esta oportunidad herramientas que les permitan creer que será distinto. Hay un duda clara, «los bailables de promociones se abren siempre después de la medianoche, y entre sus principales asistentes están menores escolares, que algunos pocos superan los 16 años, ya que los que egresan y proponen el bailable tienen solo 17. Está bien entender que estos bailables no son permanentes, pero si se realizan y con una periodicidad no tan espaciada.
En los boliches tambien ven con cierta cautela como se implementará los controles para evitar los ingresos, ya que hay distintas estrategias de los propios menores los cuales fraguan documentos para ingresar, e incluso en varias oportunidades se dan situaciones donde ni siquiera se controla la edad del ingresante. Si la nueva ley de nocturnidad avanza, y se aprueba tal cual se presenta, ven que los boliches solo tendrían que trabajar con mayores de 17 años, marginando a cientos de adolescentes que vagaran por las calles, o directamente se juntarán con musica propia en quintas o la vera de una ruta como ya viene sucediendo. Afirmar que se controlorá todo, es mentirse a uno mismo, afirman fuentes del sector a este sitio informativo.
Pero no solo los bailables están en dudas sobre la aplicabilidad de la nueva ley. Los kioscos, que expenden a sus clientes bebidas alcoholicas, y tienen permitido hacerlo solo hasta la medianoche, ven totalmente desleal la competencia de muchos quienes en sus domicilios venden bebidas a quienes llegan en vehiculos particulares, a distintos barrios de la ciudad, y allí no hay cámaras ni agentes policiales para controlar. Otro ítem, es que la bebida alcoholica sale a venderse a modo delivery en motos o bicicletas a cualquier hora de la madrugada, y proceden desde los mismos domicilios que venden de manera clandestina, o bien no afrontan los altos costos de impuestos a los que si están sometidos los kioscos más reconocidos de la ciudad. Los kioskeros sienten que están en claras desventajas, ya que vender un porrón o una lata de cerveza a una persona mayor de edad, que quiere ir a tomarla a su domicilio, le valdría una multa, y si hay reicendencia una clausura.
Nunca hubo equidad en los controles, jamás se hizo nada, tampoco ven que ahora eso vaya a cambiar. El centro de la ciudad ahora se ha movido, en estos tiempos, a 300 mts de Avenida Mayo entre el Reloj Publico y Blas Parera y Lopez y Planes. En todo ese sector las noches son ganadas por los jovenes, quienes toman desde terere hasta porron, o un fernet con coca. Hay de todo. Tambien es la zona más importante de comedores, y hoteles, todo está centralizado en 4 manzanas. Los vecinos y hoteleros conviven con ruidos de motos con escapes libres, alta velocidad a altas horas de la noche, y los reclamos jamás son atendidos, a pesar de ser una de las zonas con más cámaras de seguridad de la ciudad. No hubo soluciones antes, no las hay ahora. Y en esta zona residencial creen que tampoco la habrá, saquen la ordenanza que saquen.
La nocturnidad es siempre factor de debate, y generalmente tiende a dejar conformes a algunos, pero muy disconformes a otros. Es un desafío claro que se buscará disminuir el consumo de alcohol, pero desde todos los sectores de la noche, argumentan que el principal factor a atender es el consumo de drogas, un tema más sensible que parece siempre no tener ninguna contemplación. El debate sigue abierto, por ahora, solo eso.