Luciana Torres, la cocinera del establecimiento, escribió una carta relatando esa vivencia única de «El Comeedor Escolar».
“Hablemos de sabores, de colores de olores y de amores.”
En un rinconcito maravilloso de la provincia de Santa Fe, en una planicie donde se ve asomar el sol desde su nacimiento hasta que el cielo se pinta de atardecer, entre azules rosáceos incomparables, donde la luna dibuja el mejor de los paisajes cuando aparece redonda, plateada y majestuosa detrás de alguna arboleda, sí, en un lugar llamado Ceres, es ahí donde en el corazón del edificio escolar se encuentra EL COMEDOR con sus cuatro arterias llamadas ecónoma, cocinera y dos ayudantes.
El tiempo transcurre y a diario también la acción se gesta con calor de hornallas, luces que se encienden y música marcando ritmo que moviliza para brindar lo mejor.
Entre olores, colores , sabores, tazas y platos humeantes, se va cumpliendo la razón de ser, la razón de estar, sí, de estar para ellos, seres de luz que acompañan a lo largo de casi la vuelta al sol, porque, no debe parar EL CORAZÓN que ofrece a ellos nuestros comensales la más dedicada atención.
Hablemos de ellos, que disfrutan desayuno y almuerzo esperado, que aún antes de tenerlo
servido lo perciben a través de ese aroma que se cuela por los pasillos como invitando y anunciando que ya está próximo el momento de degustar lo que no es un plato cualquiera, sino uno elaborado con amor, amor que se corresponde en abrazos,agradecimientos, palabras bonitas que dicen te quiero, que rica esta seño! Reconfortando y acariciando así el alma de quienes dan vida a esta tarea tan loable de proveer y atender el comedor escolar.
Es ahí donde te detenés para reflexionar sobre esta gran misión de vida, que permite el contacto con tantos niños que desde su inicio de etapa escolar hasta finalizar pasando por última vez, llevarán grabados los sabores extraordinarios del comedor, porque no volverá la mesa larga con caritas conocidas y gente valiosa que esté solo para ellos, algunos destacados por su impronta y forma de ser, otros introvertidos, los que tienen su plato favorito, los selectivos, los que todo les apetece, en fin, seres excepcionales que llenan el corazón y motivan cada día a continuar ofreciendo calidad en todos los sentidos. En este tiempo especial donde celebramos las infancias deseamos desde EL CORAZÓN de la escuela que sean muy felices siempre.
¡¡¡Gracias!!! Por permitirnos ser parte de su día y poder compartir con ustedes este precioso
tiempo.
Firma: Comedor Escuela 6124