Al iniciar la gestión el 10 de diciembre el Gobierno se encontró con un sistema de videovigilancia con un alto grado de obsolescencia y muy baja operatividad. Solo funcionaban 14 cámaras de modo deficiente, con alta inestabilidad en la red de transmisión de datos, lo que traía como consecuencia que las imágenes fuesen de mala calidad, con interrupciones permanentes y con muy baja cobertura de la zona urbana de la ciudad. Parte del sistema había sido desmantelado para utilizarse como repuesto en otros puntos, debido a que no se disponía de presupuesto de mantenimiento del mismo.

Desde el 10 de diciembre a la fecha se invirtieron más de $700.000 en servicio técnico para reparación, configuración y adquisición de nuevos equipos que permitieron mejorar el funcionamiento del sistema. Dentro de las inversiones mencionadas, se acaba de adquirir un nuevo grabador de imágenes de 64 canales (duplica la capacidad del grabador actual) y 26 nuevas cámaras para aumentar la calidad de registro y el área de cobertura del sistema de videovigilancia. Al mismo tiempo se trabaja en la construcción del edificio en el que funcionará el Observatorio de Seguridad Ciudadana, con un plazo de 12 a 18 meses para su puesta en funcionamiento. En el OSC se integrará el centro de monitoreo, con monitoreo presencial nocturno, con un espacio de acción preventiva de delitos y accidentes. El mismo espacio tiene previsto un lugar para las reuniones de la Junta de Defensa Civil. El observatorio de seguridad ciudadana contará también con un equipo de generación de energía y acceso a internet ininterrumpido más allá de cualquier fenómeno que pueda afectar a la ciudad.