Ya hay alertas en algunas provincias argentinas, cuando aun el verano todavia no cobró fuerzas. Es que ya hay desazón en los lugares turísticos más importantes, hay gente, pero se está lejos de hablar de temporada exitosa. Tal vez esta realidad, no esté tan alejada de los pronósticos que ya se manejaban al respecto desde octubre.
Es que si el coronavirus todavia sigue siendo el protagonista, avanzar, planificar y ejecutar a futuro será muy dificil. El comienzo del 2021 es solo una prolongación del 2020. A pesar de los esfuerzos, en el departamento San Cristobal en el primer día del nuevo año fallecieron dos personas, las cuales no pudieron recuperarse del Covid 19. Una de San Cristobal, y la otra, una mujer, de Ceres. El impacto de los números de contagios diarios es significativo, y hasta algunos profesionales señalan que «estamos a cifras similares a los momentos más dificiles de la pandemia, en octubre y noviembre en Ceres». No solo los contagios son para llevar a cabo un índice estadístico de situación, sino que a esto hay que sumarle la enorme cantidad de personas que llevan aislamiento preventivo por 14 días.
Las condiciones actuales, de libertad plena para andar, ir o venir, ha hecho que se relajen mucho las medidas de prevención. «La gente no quiere entender que esto no pasó» señalan desde el Hospital Ceres. No están equivocados. El ablandamiento de fases, fue suponiendo que la responsabilidad ya cabia en como nos manejaramos individualmente. Está muy claro, por las cifras diarias en Ceres, la región, la provincia y el pais, que no estamos haciendo las cosas bien. Ese enfrentamiento severo sobre quienes están respetando todo, y quienes no respetan nada, se nota con mucha claridad en el accionar diario. El comercio mismo, en prácticamente todos sus rubros mantiene algunas medidas, pero a otras directamente las dejó de implementar. Para el común de la gente, la vida está otra vez normal, y entra en el desuso del barbijo o le cuesta no congregarse a una celebración grupal donde se comparte todo. Lo hacen los jóvenes, y también los adultos. Esto tal vez tenga que ver concretamente con la falta de «cástigos» para quienes incumplen. Hace rato que en Ceres y en otras ciudades, no hay demoras, o sanciones firmes para quienes estén rompiendo los protocolos. Y no es porque falten situaciones, acá estamos lejos de estar haciendo todo bien, sino porque no hay «decisión» de imponer severidad. Eso se perdió allá, por septiembre, cuando se decía que la fase de la DISPO iba a tener a la gente siendo responsable para poder trabajar, movilizarse, y que se le respeten los derechos que lo asisten en la Constitución. Desde aquel dia todo se relajó.
Los unicos que no bajaron los brazos fueron quienes integran el personal de la salud, quienes atraviesan tiempos de stress significativo. El resto de la sociedad tiene poca empatía con ese esfuerzo. No se trata de unos, se trata de todos. No es descabellado con lo que eso implicaría, que en el pais comiencen a implementarse medidas como pasan en otros lugares del mundo. Hay provincias que ya ven la segunda ola de contagios entre nosotros, y hablan de toque de queda. Eso deberia venir acompañado por nuevas condiciones de ser respetada. «Si no hay mano dura, acá en este territorio no se respetaria en lo más mínimo» destacan quienes siguen de cerca el día a dia del Covid 19.
En varios paises ese toque de queda tiene implicancias directas contra el movimiento nocturno. Esa nocturnidad que origina varios puestos de trabajo, y tiene a un empresariado mundialmente golpeado, reza para que no se rompa. La regionalización por la cantidad de contagios, todavia suena fuerte. Donde más contagios haya, toque de queda por la noche. Donde menos contagios haya, condiciones de nueva normalidad controlada. Pero todos saben que si se implementa en algun lugar, desde otras localidades se les exigirá lo mismo a sus mandatarios, casi por efecto cadena.
En Ceres y otras ciudades del norte, los empresarios de bares, comedores, y esparcimiento, se persignan cuando empiezan a escucharse voces que ya hablan de toque de queda. El comienzo del 2021 es venturoso, anima a pensar que la llegada de todas las vacunas, pueda traer el alivio de ingresar definitivamente a la nueva normalidad, y que la pandemia haya sido superada. Por el momento, en estas primeras horas del nuevo año, no parece que eso vaya a ser algo de corto plazo. Mientras el Covid 19 siga contagiando por falta de aplicacion de protocolos como el uso del barbijo, el distanciamiento social, o el lavado de manos, nuestra «libertad» tan reclamada pende de un «hilo», un hilo tan fino, que ya parece estar desquebrajado.