Fue un año atipico, la pandemia lo cambió todo. Tanto que las costumbres tan arraigadas en cada uno de nosotros, se modificaron, y hasta algunas de las tantas, para siempre.
Conformar un cuadro anual de cosas favorables parece costar demasiado. Los muchos meses del confinamiento, Ceres ingresó a la cuarentena total el 15 de marzo, ganan por goleada. Hubo más cosas truncas que positivas. La pandemia del Coronavirus se ha convertido en el símbolo indiscutido del año que se está despidiendo, y probablemente dejará mucho más para contar en el año que se viene.
Cuando comenzó el 2020 los nuevos aires políticos de la ciudad renovaron los objetivos. Aquel mensaje primario de la Intendente sobre su plan de gobierno de los primeros 100 días, estaba en vigencia y aceitándose cuando llegó la noticia del Covid 19. Ya se habia comenzado con la limpieza de toda la ciudad, la eliminación de los basurales a cielo abierto, la atención a la campaña del Dengue que tuvo muchos casos en el verano, y se acomodaban las piezas de las distintas áreas de gestión.
El conflicto de los 44 empleados municipales demandó semanas completas en la solución del mismo. Cuando aquello llegaba a su fin, apareció la pandemia, y todo lo que se vivenció durante los meses de abril, mayo, y las primera semana de junio, cuando Ceres ya dejaba de tener siempre resultados negativos para confirmar el primer caso positivo de coronavirus el 8 de junio.
En el medio del pavor lógico por el alcance de la pandemia, el Gobierno empezó a modificar su plan trazado. Esos dos meses de inactividad total en lo económico, con la pérdida de empleos, y el cierre de distintos emprendimientos exigieron un cambio.
Cuando todo empezaba a reabrirse llegaba el Covid 19, y ya no eran solo 1 caso, eran muchos más.
Mientras el área de la salud consolidaba su trabajo de atención y apuraba los sistemas de prevención, para la gestión gubernamental el proceso de lidiar con los problemas socio económicos no eran un dato menor.
Julio y Agosto fueron los meses donde las cuestiones económicas y de la salud se entreveraron, y pusieron a los dirigentes en la dura situación de tomar decisiones. Avanzar para evitar el vendaval económico, o seguir atado a las duras restricciones que se recomendaban.
No fueron tiempos fáciles aquellos donde incluso la sociedad estaba totalmente agrietada. Quedar simpático con todos los sectores era lo más dificil. Mientras las economías formales e informales empezaban a aceitar la rueda, el embate del Covid también hacia lo suyo.
La salida del invierno y el pase a la primavera fue mucho más complejo. Mientras en septiembre los casos positivos de Covid no existian, octubre fue trágico. Fue junto a noviembre los dos meses más tristes para la ciudad.
Con una economía y las instituciones en una fase de distanciamiento social lógica y permitida, los casos de coronavirus se contaron por cientos. Fueron los meses más letales para la ciudad. 12 personas fallecieron con Covid en Ceres y Rafaela.
Fue dificil tomar el timón de la situación, por un lado la salud pública, por otro lado el mantener el motor de la economía, y de la gestión gubernamental activa. Porque en ese lapso el Gobierno decidió inaugurar sus primeras obras para los vecinos, apuntalando el proyecto del recambio de luminarias Led en varias arterias importantes como eje.
No hubo espacios para grandes propuestas, los fondos con los que se afrontaron todas las modificaciones que se hicieron, se implementaron con recursos propios. La asistencia social, conjugada con la asistencia a victimas de violencia de género, y las obras de bacheo, construcción de pozos de riego, Vicente Casares, y la implementación del programa de separación de residuos y su tratamiento en el centro de disposición final se hicieron con fondos genuinos.
Fue un año dificil, complejo, y sin un manual de instrucciones para los gobernantes. Fue complicado tomar decisiones que tengan un consenso total. Incluso sobre el borde de su final, y la llegada de las vacunas, y el mejoramiento de los tratamientos en todos los hospitales para los enfermos de Covid, el 2020 parece entregarle una posta al 2021, avizorando que tampoco será sencillo encarar el comienzo del nuevo año.
El presupuesto aprobado sobre la última sesión del Concejo Municipal le da la previsibilidad al gobierno de comenzar lo que vendrá con los números previamente definidos, pero eso es solo una parte, que el año que entra sea mucho mejor del que se va, también dependerá de los contextos, de la politica, los politicos pero principalmente de nosotros, la gente.
¡Hasta el año que viene, feliz comienzo de 2021 para todos!
Martin Farias