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Editorial: La semana que el «humo» no pudo tapar el «bosque»

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Pasaron cosas. Las temperaturas extremas de un enero que arrancó caliente, un incendio que desnudó la precariedad del sistema de disposición final de residuos, y la aceleración de un proceso de traslado para un refugio de animales que pedía a gritos un cambio de lugar, muchos antes de los acontecimientos ocurridos el miercoles.
Ese combo se combinó con la continua contaminación del aire, irrespirable, y combinado con las altas temperaturas conformaron un coctel explosivo. Eso sin sumar la detonación del sistema eléctrico que dejo por varias horas, y en distintos dias, a la gente sin luz.
No ha sido una semana fácil. Se desnudó todo en pocos dias, casi de manera espontánea. El Gobierno de la Ciudad debió hacerse cargo de lo imprevisto en el basural. Ese incendio de las parvas y parvas de basura, podian haberse dado antes, pero el calor reinante prendió la llama.
La culpa, siempre la culpa, o la busqueda de culpables desató el debate. ¿De quien es la culpa?. Respuesta fácil, la culpa es de todos.
Porque simplemente, y a una evaluación rapida, y sin atisbos, este basural es un problema de años. Lo que sucede, como muchas cosas que pasan, una vez que se apaga el fuego, pasa otra vez al olvido. Ceres hace años que viene padeciendo el problema con su centro de disposición final. Que la gente se haya motivado con la separación del residuo en origen, y que muchas manos se comprometan a trabajar de manera cooperativa en el basural para clasificar el residuo, quedó claro que no es la solución definitiva. Son paliativos que encontró la actual gestión para acomodar la estantería de un lugar que se vino abajo hace mucho tiempo. Tal vez, este lugar, no estaba en la agenda del gobierno, o tal vez si. Pero pocas veces se escucho hablar en campaña politica, a nadie, sobre el basural. Ahora todos mencionan el mismo, para provecho propio, y por el descontento social que originó el humo durante varios dias. Ese humo totalmente tóxico siguió emanando, y provocó bronca. Y lo peor del diagnóstico, es que volverá a suceder una y otra vez. Nunca desaparecerá el «humo» si no hacemos algo demasiado pronto.
Ceres necesita muchas cosas, necesita pavimento, necesita viviendas, necesita trabajo, pero tambien necesita un relleno sanitario. Alguien deberá ponerle el cascabel al gato. Habrá que golpear demasiadas puertas para conseguirlo. El senador ya se puso a disposición. Buscarán que el ministerio de medio ambiente de la provincia conozca la situación, por si ya no la conocen. Serán claves las gestiones que se inicien ahora, antes que el humo se extinga, y el basural otra vez deje de estar en la agenda política. Será esta gestión, o la que vendrá la que trasladará a un nuevo lugar el centro de disposición final, pero a las tramitaciones hay que hacerlas ya.
El refugio de animales agitó la cuestión, y marcha en paralelo. El incendio en el basural no hizo más que detonar la bomba que ya era ese lugar donde se asistia a más de 70 caninos. Había un hartazgo de los protectores de estos animales, de tantas idas y vueltas sobre donde debia estar el refugio. El incendio acelero el proceso. Se vivieron momentos tensos en la comunidad por la salud de todos esos animales.
Una decisión de todos es que ahi no se vuelve nunca mas. Y está bien, porque ese lugar ya era inhabitable. Otro tema que la gestión municipal se cargó al hombro. Otro problema que heredó. Y tendrá que ser este ejecutivo el que tendrá que dar respuesta, porque lo de los animales tambien es urgente.
La energia eléctrica y sus deficiencias de siempre cuando las temperaturas se van hacia arriba, no son nuevas. Se padecen todos los veranos. Hartos de las excusas permanentes por parte de las autoridades de la empresa, habrá que invertir más y excusarse menos. Ya lo afirmó Michlig, estamos en tiempos donde la demanda va por el ascensor, y las inversiones por la escalera. Habrá que cambiar esa ecuación.
El humo no tapó el bosque, pero dejo entrever siluetas desnudas, siluetas que se convirtieron en la peor pesadilla, y todo en pocos días. Los diagnósticos están hechos, ahora vayamos por las soluciones.

MARTIN FARIAS.