Lejos quedaron las caras de triunfadores y derrotados del 2021. Ahora el año 2022 pondrá a prueba la maquinaria politica de cara al 2023. Para todos este es el año. La pandemia pasará a un segundo o tercer plano, ya no habrá excusas de que los fondos se destinaran para la salud únicamente, y reavivar un slogan que ya viene devaluado como «te estamos cuidando».
Eso es parte del pasado. Aunque haya resistencia y la habrá todavia sobre si está todo bien y la pandemia es pasado, está claro que los tiempos políticos que se ataron al Covid ya no existen más. Hay que funcionalizar todas las áreas. Hay que mecanizar los estados para poder encarar la durisima post pandemia.
Eso está en la agenda del gobierno de la ciudad. No es casualidad que apunte a debatir en el Concejo una obra pública clave, de la que no se tiene memoria, desde los años 2017-2018, y es el pavimento. Para eso el Concejo pasó a un cuarto intermedio esta semana. Es un punto que la oposición quiere discutir, como tambien quiere hacerlo con la actualización de la discutida UCM.
Dupouy y su gabinete consideran que es el momento de la obra pública fuerte. Lo admitió el secretario de obras públicas hace pocos dias en una entrevista radial con Maxima FM. Horas después lo ratificó el coordinador de gabinete en la misma emisora. El Gobierno apunta a cosntruir 22 cuadras de pavimento y la novedad, quiere hacerlo con recursos propios. Como se explica esto, en un contexto de discusión presupuestaria para los estados locales. Muy sencillo, apuesta a los fondos ciclicos, es decir, el vecino paga por su obra, costea su pavimento, y eso genera el ingreso para seguir avanzando con el resto. Claro está, que el gobierno sabe que habrá morosidad en ese rubro, como lo hay en cualquier programa de obra pública. Pero tambien apuesta a que muchos lo paguen de contado, porque el nivel de confianza hacia la gestión está alto.
En la oposición incomoda el avance del gobierno local en este rubro. Los motivos son concretos,»si un gobierno construye pavimento, y viviendas, logra un bienestar ante la comunidad que después se traduce a votos». En esa oposición, del PJ y el Vecinalismo, se arma una estrategia para que no sea tan sencillo avanzar en ese plan ambicioso de la gestión Dupouy. Busquets ya ha demostrado que lejos quedaron las divisiones con la provincia, y anda de la mano con Giovannini en todos lados. Lo que Busquets pretende es que «las obras que lleguen puedan anunciarlos ellos, y no dejarse tomar la ventaja con el gobierno«. Asume que el rol de opositor no solo pasa por negarse a acompañar en el Concejo, sino que pasa por otro lado. Vio que en dos años, el oponerse por oponerse no sumó nada al peronismo, y no quiere repetir una formula que ya está agotada. Podría ser un catástrofe para el Justicialismo local, que se den los mismos números electorales del 2021. Busquets, que es el que más entiende ese rol de politico peronista, se calza otra vez el partido al hombro. Le está costando al justicialismo juntarse en una misma fila, se nota, los aduladores de cada sector todavia ven con recelo, esta movida nueva. Es que no toda el agua corrió debajo del puente tras las elecciones 2021, donde fueron separados y se tiraron con munición gruesa. Incluso no se mostraron simpáticos quienes confian en Giovannini, con la presencia de algunos dirigentes del peronismo de Busquets en la llegada de los asesores de la gestión provincial para adecuar los requisitos para acceder a las viviendas. Lo mismo les sucedió el dia jueves en CACU; cuando el propio Carlos Kauffmann, invitó a Busquets a refrendar el convenio de los aportes por plan Incluir 2021. Todos se preguntaron, ¿en calidad de que firmó Busquets?, teniendo en cuenta que en el mismo acto habia concejales de las tres fuerzas politicas que lo integran.
En estas condiciones y de largada, se permite avizorar un 2022 con la maquinaria política haciendo su camino. Hay que ir a la acción, todos los saben. Ya no alcanza con poner solo trabas, o pararse en la vereda de enfrente. El gobierno y la oposición ya ponen en práctica la vieja formula de «más que decir hay que hacer». A eso se apunta, clarisimo está, que alguno no logrará el objetivo. El tiempo lo dirá.
Martin Farias