Que intenciones no faltan es verdad, pero instalados con sus «bólidos» para arrancar la carrera electoral, pocos. Esta semana que se escurrió entre reuniones, debates y dialogos partidarios, mostraron más intenciones que concreciones.
En el ámbito local, la única confirmada desde hace 3 meses es la Intendente actual. Dupouy ha ido tejiendo su candidatura a renovar mandato desde el momento en el cual comenzó a erigir el gobierno que pensó. La mandataria nunca escondió su aspiración y se anotó primera. No escatimó en conformar un frente de partidos para que en la elección 2023 se repita un frente ampliado como el que se busca a nivel nacional y provincial. Dupouy ya lo tenia armado. Sin el socialismo ortodoxo en las filas, Dupouy se permitió incorporar actores que imagina en una próxima gestión, elementos claves. Con Dupouy en la línea de largada, desde la oposición se cavila los movimientos.
El ex Intendente y actual Concejal Busquets asoma como el único con aspiraciones. A pesar de que el mismo asume su edad y sus tantos años al frente del Gobierno como lastres, ve que en el peronismo hay un letargo desesperante. Hace pocas horas atrás, el propio Camilo, destacó que «si es necesario me presentare para jugar la intendencia». Que ve Busquets, que nadie en el peronismo ha consolidado imagen para salirle a pelear a la fortaleza del gobierno ceresino sobrellevado por la misma Intendente.
El Concejal del peronismo, asume que hay un desinteres en conformar alianzas dentro del marco de la oposición. Uberti buscara su nicho fuera de las alas del Camilismo, y Guirado, que deberá refrendar su banca en 2o23, genera cierto prurito en las columnas del Justicialismo. Busquets concibe la politica de antes, la del cara a cara con el elector, la de ir a los barrios, y sentarse a hablar con los vecinos. Eso no se hace más en el Justicialismo. Por eso insiste desde su banca del Concejo de atacar flancos que posibiliten debilitar la imagen de la gestión. Pero tambien revela que un concejal no tiene el mismo poder de «gestión» que un Ejecutivo. Con esos dichos desmitifica aquello de que siendo peronista igual que el gobierno provincial o nacional, las cosas son más sencillas.
Con el presupuesto siendo dado vueltas unas y mil veces, la semana que viene se vota. Habrá que contar no solo los votos positivos, sino lo que dejará ese tratamiento de cara al 2023. Los concejales que han puesto dudas sobre el mismo, cavilan que dejar al gobierno local sin presupuesto otra vez, es dejarle la bandeja servida para que los oficialistas lo voten por mayoria, y quedar expuestos nadando contra la corriente. Se tendrá que esperar el lunes, y la votación individual develará futuros.
En la provincia, Michlig se mostró feliz el viernes en la entrega de reconocimientos a los deportistas ceresinos. Es que venia de reuniones claves para cerrar el frente de frentes. No quiso dar muchos más detalles que su alegria. Pero se está muy cerca de conformar una gran alianza opositora con las siglas de Juntos por el Cambio. En el Perottismo, y el Justicialismo alejado del amparo del Gobernador, tambien asoman intereses particulares, pero todavia están verdes, se manejan rumores, y probablemente en esa misma tónica estemos hasta febrero. Lo que si está confirmado que el Gobernador llamó a sesiones extraordinarias legislativas, lo que posibilitara que el Congreso no deje de generar discusiones de cara a lo que viene.
MARTIN FARIAS