Aunque aun restan pocos dias para terminar el año 2022, no todo se ha dicho en materia politica. Eso es lo bueno cuando enfrente hay un año que tendrá el colorido de urnas, afiches, y discursos altisonantes.
En este cierre de ciclo se buscan apuntalar intenciones. En pocos días más, habrá fumata blanca, buenos deseos, todos condicionados a la navidad y el año nuevo. Eso será solo un tiempo, pocos días, no habrá demasiado tiempo para vacaciones veraniegas ni mucho menos. Serán dias de intensa labor en busqueda de nombres y armado de listas.
En esa etapa la voracidad politica, y sin un mundial futbolero que quita espacios, empezará a tomar vigor. Mirando el panorama a cierre de año, todos ponderarán el vaso medio lleno. Principalmente aquellos que han tenido que afrontar gestión ejecutiva. Ya se aceleran los balances para hacer llegar a los pobladores en los últimos días de diciembre. Todos los ejecutivos apuntaran a precisar solo lo conseguido, pocos renglones para lo inconcluso.
Si nos paramos en ese ámbito, hay que analizar la columna vertebral. Nación, provincia y pueblo. El cambalache es el mismo, solo dividido por distritos. Pero la inflación ha sido un problemon para poder avanzar en los trés ejes. En el interior y principalmente esta zona, la sequía hace estragos. Afecta directamente los intereses privados, pero eso deriva directamente en las cuentas públicas. Si a la seca se le suma el marco inflacionario, y la imposibilidad de conseguir insumos a costos lógicos, es claro que el aparato productivo empezará a especular.
Hace algunos dias atras, el gerente de Ganaderos de Ceres afirmaba que hay desesperación en los productores de carne para vender su hacienda de manera rápida. La oferta sobrepasa a la demanda. Todos quieren vender, pero quienes motorizan la cadena de la cría, no estan desesperados por comprar. Esto estanca precios, y genera desánimo en el sector. Las ayudas que se brindan a este sector son insuficientes, a pesar de venderse como grandes cobijos esas resoluciones de emergencia y otras yerbas. Los bancos están blindados para el que produce. La agricultura cuenta granos de poco rinde, y hay especulación del productor sobre como encarar lo que viene. Esto afectará los pormenores de la campaña política del año que viene en esta región del pais.
Es coyuntural el problema. Probablemente la seducción electoral en el ámbito nacional sea para aquellos que propongan una contención a la escalada inflacionaria que atraviesa la endeble economía nacional. El elector escuchará mucho a quienes propongan soluciones claras en el marco economico. Ahi hay un problema para el gobierno nacional si pretende continuar en el poder. La oposición sabe que este será un punto clave. Pero en la provincia el foco parece estar en la seguridad. Los índices son contundentes en algunas ciudades, principalmente Rosario. Al gobierno provincial le salió otro frente de conflicto con la imputación a su ex ministro de seguridad y sus colaboradores por el espionaje ilegal. Una trama que veremos hasta donde penetrará su impacto en la gestión de Perotti. Mientras tanto, los precandidatos de la oposición agendaron esta cuestión como eje de la campaña para el 2023.
En lo local, Dupouy cierra filas con gestiones en distintos ámbitos. La Intendente prefiere no hacer anuncios altisonantes que después puedan usarse desde la oposición para criticarla por falta de ejecución. Tampoco los hará, o no los tiene planificado. En el gabinete ya asumen que en algunas áreas habrá menos dinero presupuestado para el año que viene, y habrá que ser ingeniosos para su ejecución. Las mayores partidas están en manos de dos secretarias basales, obras públicas y desarrollo humano. No es casualdidad en tiempos donde la obra genera ingreso de dinero genuino por parte del ciudadano, y la crisis económica que devora lo poco que un trabajador pueda ganar no alcance para darle de comer a todos los integrantes del núcleo familiar.
En la oposición todavía hay recelo sobre lo presupuestado para ejecutar en 2023. Cravero, que es el que revisa el termometro del Concejo, afirmó que después del paso de Andrada por el legislativo local, el gobierno contará con los votos de propios y otros para aprobar el mismo. Para el coordinador de gabinete, Busquets está listo para votar en contra, pero no porque no le convenza el presupuesto, ese voto en contra es una de sus estrategias para armar el marco de campaña hacia el 2023. Presentar datos de «caos» económico, y otras argumentaciones que ya pergeña con su equipo.
Todo está dentro del marco de lo lógico. Oficialismos y opositores deben cumplir sus roles, nadie discute desde la política que esas son las columnas del manual para el sector que cada uno cumple. La cuestión en discusión real es el contexto en el que se desenvuelven cada una. Es dificil apuntar a los ejecutivos, o hacerse fuertes desde la oposición cuando los bolsillos de todos están flacos, y lo que viene no parecería ser mejor que lo de hoy. Ese es el eje del debate, lo demás será cháchara solo eso, cháchara, y habrá que esperarlo entre sombrillas, bronceador y radio prendida.
MARTIN FARIAS