Esta semana se dio en todos los puntos politicos la elección de autoridades legislativas. Por eso se centralizó la atención, más que en leyes, en cosas del «podercito». Es asi, ser presidente de cámara, o concejo, es «podercito». Es solo tener la facultad de dar la palabra, y la mayor virtud de «tener la ultima palabra», siempre que fuese necesario.
Pero, la democracia permite esto, es decir que en la antesala de un año electoral bravo, las autoridades electas en recintos, comiencen a tejer su «podercito» a favor o en contra de sus propios intereses. Vamos a los ejemplos, hubo barullo en la elección de la presidencia de la cámara de diputados de nación con Cecilia Moreau, Juntos por el Cambio y otros negaron quorum, incluso no se trató la concreción de nuevas universidades. El cruce produjo dichos y hechos de todo tenor. Pero el ruido propio lo produjeron los concejos municipales y en distintos puntos de la provincia. San Cristobal por ejemplo. Luna venia ejerciendo el cargo en acuerdos entre oficialismo y oposición. Rigo no tenia presidente propio en el Concejo.
En Ceres, Lemos habia brindado una entrevista previa a las elecciones de autoridades, y manifestó que «solo la unidad podía consolidar proyectos» y que las «internas» saben dejar heridos que no se consuelan tan fácil. Fue un mensaje indirecto. Es que Lemos tuvo que dialogar con sus pares de bloque para continuar presidiendo el cuerpo. La Intendente y otros integrantes de su gabinete, puertas adentro, querian que Meshler, la mujer del oficialismo, se haga cargo de la presidencia del Concejo. Desde las fuerzas que integran la coalición se movieron rápido, y prefirieron no manifestarse sobre sus deseos, y dejaron que Lemos y Meshler acuerden la presidencia. Lemos se impuso en sus aspiraciones. La «unidad» propuesta por el presidente del Concejo primó sobre las decisiones políticas. Pero esto no está relacionado a peleas o cuestiones personales, nada de eso, se trata de lecturas políticas y su misma dinámica. Lo que queda claro, es que Lemos deberá limar asperezas antes de tener que afrontar una interna para la lista final de candidatos a concejales del oficialismo. Ese camino lo hará seguramente con Michlig como intermediario. Algunos creen que es mejor «no ir a internas para no dejar soldados rencorosos», otros sostienen que «solo una interna fija los nombres con peso de voto». Habrá que ver que pasa en estos meses donde todo parecerá acelerarse en la provincia y en nación.
Por el lado de la oposición, Uberti volvió a jugar su voto unipersonal, se votó solo, y de esa manera quitarle la posibilidad al Justicialismo/ Vecinalismo de trepar a la presidencia. La jugada política de Uberti se repite a la del año pasado. El concejal que llego tras la salida de Bono, no hace más que seguir sosteniendo su postura de no ser parte de la manada de Busquets, Mansilla y Siempre por Ceres. Son ellos quienes apuraron eso de la expulsión del partido, algo que les costó carisimo en el considerando partidario. Los enemigos de esta línea del peronismo están en el oficialismo, pero también en el otro sector que comanda desde las sombras Luisina Giovannini. Busquets apostó a Guirado para ir por la presidencia. Considera que Guirado es la que ejerce el verdadero rol de oposición, discutiendo todo, y hasta autoelogiandose de sus bondades de transparencia. Tal vez en esa lectura Busquets incurre en un grueso error, pero es una visión externa. Busquets conoce el paño de este ámbito, por 16 años fue Concejal, y siempre desde la oposición. Aquellos tiempos, no son estos, y probablemente también se haya dado cuenta de eso. Hoy el peronismo no parece estar todo alineado bajo una misma idea. Lejos está de eso. Y lo atormenta que las elecciones del año que viene tiene pocas o menos chances de colocarlas a favor. Todavia están frescos los 16 años de la gestión que los tuvo en el poder. Hoy solo cubre «un podercito» menor, el de Concejal, incluso sin uno de sus aliados votando junto.
Habrá internas en todos los ámbitos, es verdad que siempre es mejor evitarlas como destaca Lemos, y muchos otros, pero es cieto tambien que si alguien pudo construir desde su «podercito» puede tener la chance de fortalcerse y negociar votos reales, no solo intenciones.
MARTIN FARIAS
