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Editorial: El «presupuesto» y la mirada hacia el «2023»

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Estas últimas semanas se anduvo sondeando a distintos personajes politicos, y apoliticos de Ceres y otros lugares del departamento. Nadie afirma que esto sea para contar porotos antes de febrero, mes donde se conocerán definitivamente el nombre de cada candidato y sus posiciones en la grilla.

Interesados, nosotros, principalmente por lo que sucede en Ceres, la Intendente Alejandra Dupouy aparece como la más sólida, comparada con cualquier otro nombre al que se haya puesto a consideración de los encuestados. Esto lo ratificaron hace pocos días atrás, miembros de una de las líneas del propio Justicialismo, que recorren todo el departamento. Dupouy es muy fuerte porque su gestión es nueva, y la ciudad estuvo gobernada muchos años por el peronismo. Asi lo sintetizan. En el Gobierno saben esto y lo aplican en el corriente.

Dupouy envió el proyecto de la ley de leyes, el presupuesto 2023, año electoral. En el punteo rápido, no hay novedades relevantes, el gobierno local apuntara a la obra pública con más de 900 millones de pesos, y atenderá las necesidades de desarrollo humano- dato es la secretaria con más reparticiones- por un monto superior a los 260 millones. A cuenta rápida son 1200 millones para dos secretarias. El resto, osea unos 550 millones, quedarán para la secretaria de gobierno, y el resto de las subsecretarias y direcciones. En realidad, habrá que ceñirse el saco en algunas áreas. Pero eso no es lo importante, lo relevante es avizorar si lo presupuestado, con un índice inflacionario estimado de entre el 60 y 80%, no sea aplastado por la inflación. Eso se verá.

En lo netamente político este presupuesto tiene 3 votos cantados, Lemos, Meshler y Dutto. Dos votos dificiles, Busquets y Guirado, y un voto volátil, Uberti. Será un gran triunfo de Lemos y el Gobierno si el mismo sale unánime. Lemos se juega su continuidad en el Concejo, porque deberá ratificar su banca el año que viene, y ya está en charlas para encabezar la lista de concejales de Juntos por el Cambio, la sigla que usará el gobierno para ir a las urnas. Para Uberti, este puede llegar a ser, el comienzo de una salida decorosa del Concejo. Lo bueno, señalan en el Gobierno sobre esta situación, es que el edil vota solo, y si cuestiona cifras lo va a ser «en soledad» y no se dejará presionar por quienes lo echaron del peronismo. En simples palabras, Uberti no vota ni con Busquets ni con Guirado, del cual lo alejan muchos kilometros de «construcción». El voto de Busquets y Guirado, y tras desfilar por todos los medios, diciendo lo que tengan que decir en disidencia con el presupuesto, probablemente se cuente del lado «negativo».  Esto no sorprendería al gobierno local, pero si, podría poner piedras en el camino de las aspiraciones electorales que ya estan empezando a mostrar la línea de Busquets, y la concejal del vecinalismo.

Hasta en el propio seno del gobierno, algunos avisan que si votan en negativo, «es una favor electoral». Como se explica eso, primero, porque si no sale unánime, el presupuesto se aprobará por mayoría. Paso cientos de veces, podría suceder otra vez. Que poroteo hace el gobierno, 3 votos oficialistas, 2 netamente opositores, y 1 voto, que si se niega a acompañar, pondría la cuenta 3-3, El voto doble de Lemos será decisivo.  El segundo punto,  de votar en contra el presupuesto, los pondría a los miembros de la oposición en la exposición de tener que bancarse la critica de «los palos en la rueda» que ya les costó una derrota durisima en 2021. Hay un olor a «espada y la pared» para Guirado y Busquets, principalmente, quienes son los que buscan permanecer dentro de la esfera política.

La trama de discusión en el seno del Concejo, al que el presupuesto 2023, les cede una caja de $ 39 millones, tendrá varias aristas interesantes, este no es un presupuesto más, es el presupuesto que desembocara en las urnas del año que viene, cuando se juegue la elección más importante, la que renueva tres bancas y pone la Intendencia como el cargo más seductor. En la oposición hasta analizan que salvar soldados para la otra guerra no vendría mal, quemar piezas en listas de concejales competitivas y no buscar la intendencia, ante la contundencia que muestran los números previos con la Intendente de la Ciudad.

Claro está que no analizamos el panorama de si todos los ediles votarán a «favor» la ley de leyes, pero lo vamos a hacer mas adelante, porque los «egos» en algunos sectores todavia están demasiado altos.

 

MARTIN FARIAS