Enfocado en su gestión y en poner primera en varias áreas el gobierno de la ciudad empezó a mover las piezas. En pocos días más encarará una nueva etapa del programa del tratamiento de residuos aplicando el programa Girsu en toda la ciudad. El desafío no será menor. El gobierno busca, tras probar en dos primeros conglomerados locales la aplicabilidad, dar el salto mayor.
Hacer cumplir a todos los vecinos de separar los residuos en origen, con el castigo de no juntar la basura, si no se tiene en cuenta el día de su recolección, no será un trámite sencillo. Habrá que muñirse de paciencia. No todos en Ceres separan en sus tachitos los residuos distinguidos entre húmedos y sólidos.
Dispuesto a encarar ese desafió desde los primeros minutos de agosto, el gobierno prosigue con la imagen de mostrar Ceres una ciudad «limpia», tal como lo prometió la Intendente al asumir su gestión al frente del municipio.
Esa diferencia, «intenta marcar claramente» lo que aleje a este gobierno del que se fue el 10 de diciembre. En el gobierno esperan tener el impacto de la medida, sumadas en números al cabo de los primeros 30 días. Será una victoria de la gestión, si se consigue que entre el 30 y 40% de la población separe residuos en origen.
Algunos sectores afirman que «si llegan a esa cantidad» será para el aplauso. Asi anda la cosa con los miles de hogares que «no son simpatizantes» de que les imponga como manejar la basura.
La Intendente viene hace pocas horas de firmar un acuerdo para sumar a la ciudad de Ceres a una red de municipios limpios, y en proceso de mejorar el tratamiento de los residuos como han encarado varios distritos en el pais. Desde la oposición no se manifestaron al respecto, pero ven que «limpiar» Ceres, relega aspiraciones a la hora de marcar criticas, sintiendo que el gobierno de la ciudad, avanza en esa idea, a pesar que sabe que «la rebeldia» de quienes no separen se encuentren con sanciones. Será un desafío, y los sectores opositores del gobierno, esperan los guarismos del impacto del programa.
Pero no solo eso, y de implementar el Girsu en toda la ciudad molestan o mojan la oreja en la «oposición». El secretario de hacienda dio «cátedra» ante los ediles por el tema presupuesto, y no dejó espacios a dudas. Eso es lo que quedó en aquella noche de reunión de comisión. Los atoró con los números del presupuesto 2020. Incluso, hasta hizo confesar a un sector del PJ; de «acompañar» sin tantas trabas el presupuesto.
Pero, en la política siempre hay «peros», estos últimos días, y a una semana de la sesión donde se va a tratar la «aprobación» del presupuesto 2020, aparecieron «argumentaciones» fuera de contexto. Es que «molestó» mucho en algunos sectores que «se salga a decir» libremente que se iba acompañar» sin reparos el presupuesto. «Eso no pasa nunca» afirmaron algunos cabecillas desde las sombras.
Que es lo que molestó?, que nadie se oponga o discuta los números. En la ida el secretario de hacienda al Concejo, faltaba un concejal. Y desde el gobierno comenzaron las especulaciones políticas sobre «la cara» de quien no acompañaría la ley de leyes, y que además habría marcado a sus pares del PJ, «la torpeza» de votar a favor. Ante esto, y con otros operando desde las sombras, se decidió desde el mismo cuerpo opositor dar «marcha atrás» con la idea primaria, y empezar a ponerle «peros» a la disertación sin fisuras del secretario de hacienda. La reacción tardía del sector opositor dejó en evidencia que hay idas y vueltas en el mismo sector, «y que las diferencias no las logran captar, si alguien de afuera, no las marca».
La reacción del gobierno fue inmediata, «el secretario ya explicó todos los alcances del presupuesto, si se plantean dudas de parte de los Concejales, que en un primer término quedaron satisfechos, que entreguen las consultas por escrito».
Eso, saben en las filas del gobierno, demorará la aprobación por si o por no. Un operador del Pejotismo adujo entre semana a este mismo editorial que «si le aprueban el presupuesto a Dupouy, le dan aires para avasallarnos».
Y no solo quedó en esa expresión, «primero está el partido y nuestra posición, después ponemos en discusión si el presupuesto cierra o no. O nos olvidamos que cuando la UCR fue oposición no acompañó nunca, y solo en una oportunidad se logró el voto unánime en 16 años».
En la oposición que opera desde el anonimato, ven con muy malos ojos que el primer presupuesto de una gestión que arrancó hace pocos meses, se apruebe tan rápido. «Digamos algo» se escuchó con estruendo en el celular de uno de los concejales.
El gobierno toma aire, sabiendo que tiene argumentos sólidos para que en la opinión pública una negativa a acompañar el presupuesto deje mal parada a la oposición. Con ese mismo aire, ataca varios flancos, y a la espera de un remate final, «que será la auditoria».

Martin Farias