El Gobierno de la ciudad ya cumplió 10 meses al frente del Ejecutivo ceresino, y tras las cifras en «rojo» denunciadas por una auditoría que tendrá sus idas y vueltas en la Justicia, Alejandra Dupouy y su equipo encaran los próximos días pensando en el «balance» de gestión al llegar a la meta del primer año de gobierno.
Mientras en la discusión política, el gobierno deberá enfrentar el tratamiento del presupuesto 2021, que entregará en manos del Legislativo en noviembre, empieza a pensar en concretar una parte relevante de lo programado, en un viraje de gestión tras la aparición de la pandemia.
En marzo las cosas cambiaron el eje, lo que estaba escrito, debió reescribirse y encararlo en un contexto economíco- social muy complejo. Hubo cierres largos en tiempos de cuarentena, y eso retrajo el ritmo de lo que se había previsto.
Está claro que la gestión no encontró viento a favor, si no todo lo contrario, hubo que remar con la tormenta al acecho.
El armado del Gabinete en el comienzo, se pensó también para encarar una gestión de «reordenamiento» general, tras 16 años de otra gestión, con una mirada y conducción muy distinta a la que pretendía Dupouy.
Pero el reordenamiento, vino pegado a la gestión, la pandemia puso a prueba una junta de Defensa Civil que incluso tomó determinaciones sin manual para paliar un virus nunca antes visto.
Cuando la ciudad entró en dos oportunidades en Fase «1», parecia que la cosa iba a llevar al precipicio los números de la recaudación, y lo previsto en el marco de un diagnostico precoz, al que a los pocos meses, mientras se empezaba a trabajar, llegó el cierre de la totalidad de la ciudad, antes inclusive de lo previsto en la Nación.
Las carpetas del gobierno, a 10 meses del comienzo, se tuvieron que ir modificando. Por eso el protagonismo se fue inclinando hacia la asistencia social, paliar el hambre y el desempleo, y por la secretaria de hacienda, con números flacos, y administrando con cuenta gotas los recursos para poner en marcha el programa inicial, «mejorar la maquinaria de la obra pública, llevar a cabo el acomodamiento del personal ocioso, y limpiar la ciudad». Un objetivo que la Intendente priorizó, y le dio aire ante el embate de la pandemia, y la falta de recursos.
Claro que el comienzo dista demasiado a los dias de hoy. Tambien fue decisión de la propia Intendente salir de los libretos, y poder darle a la economía comercial un respirador para abrir puertas y buscar la salvación.
Todavia en Ceres hay en marcha muchos emprendimientos que se abrieron en plena pandemia, cuando en otras ciudades están cerradas desde marzo. Eso tuvo que ver con decisiones propias, «Dupouy entendió que la armonía entre la economía local, y el gobierno dependía de determinaciones propias».
A pesar que hubo algunos apurones, Ceres salió de su última cuarentena estricta, y sostuvo, «acá no se vuelve más a una instancia similar». Esa decisión tuvo dos impactos, en el ámbito comercial un puntal para la gestión, y en lo político, una demostración de fortaleza, cuando los casos se sumaban diariamente por coronavirus.
Ceres fue una de las ciudades del norte provincial que sumó más casos en un momento de junio y julio, incluso era una de las 10 ciudades de toda la provincia con más casos positivos. Hoy, en octubre, ese ranking dejó a Ceres fuera de las 40 ciudades con más casos, y puso al sistema de salud local de manera ejemplar a la hora de administrar la pandemia. Esos fueron aciertos, que incluso desde la oposición, buscaron minimizar sin ponerlo en el contexto de discusión.
Ante estos meses turbulentos, Dupouy se apoyó en el Senador Michlig y el Diputado Gonzalez. Hubo un espaldarazo que se convirtieron en decisivos. Incluso el Senador salió a bajar alguna tensión política de julio, cuando la Intendente le puso en dudas a la provincia los números reales de casos en las grandes ciudades de la provincia. Michlig puso paños fríos, y la relación tensa no avanzó a mayores.
En 10 meses, el gobierno de la ciudad dejo el letargo en la que estaba inmersa la ciudad, y empezó a encarar un plan de gobierno atendiendo todas las áreas, con decisión política, dejando de lado los cuestionamientos políticos de los sectores opositores.
A dos meses de concretar el balance del primer año, las carpetas de trabajo, empiezan a ser más intensas. Obra pública, todo con recursos propios, y la asistencia a sectores muy vulnerables de la comunidad serán, no caben dudas, los que figurarán primero en el resumen del primer año.
Que es lo que se viene, y que el gobierno tiene en su programa, para los próximos dos meses.
En obras públicas, se pretende llegar al final de la obra de Vicente Casares, concluir el plan de bacheo, y culminar las 40 cuadras de veredas con inclusión de los propios vecinos. Invertirá 1.4 millones, de fondos Covid para cercar el Paseo de la Vida, un lugar que busca recuperarse en todo su esplendor. El proyecto del CPC en Barrio Cooperativo es ambicioso, pero ya tiene fondos asignados. Habrá un primera etapa, y probablemente si el Concejo aprueba si dilaciones la construcción del mismo, el 10 de diciembre haya más que cimientos levantados. Pero el resumen anual tendrá, un largo repaso del éxito del programa GIRSU; que amaneció siendo muy dificil de implementar, pero que ha sido recibido de buena manera por un 70% de la comunidad. El tratamiento de residuos sólidos en el centro de disposición final ha conseguido cumplir uno de los objetivos, generar empleo.
Dupouy y el equipo económico han diagramado un plan de ingresos dinerarios frescos. Hay que motivar a los deudores, en un momento bravo en lo económico, a saldar esas viejas deudas. A la par, la ampliación de iluminación, forestación, y limpieza de todos los sectores de la ciudad, hechos motivadores para que los frentistas paguen su TGI. «para que los vecinos paguen tienen que ver que se les presta el servicio» esa es la fórmula. Y el contribuyente lo sabe. En Gobierno la campaña contra el Dengue es clave. El éxito de esta campaña depende de que el verano tenga menos casos que el año pasado. En desarrollo social las cosas van por caminos paralelos. Esa área es amplia, no solo se entregan ayudas a las familias con problemas económicos, sino que se han profundizado cursos de amplia salida laboral con aval de la Universidad Gran Rosario. El eje de la educación a distancia es lo que se preve profundizar en la gestión. Será un punto clave en el futuro de la nueva normalidad para aquellos que pretendan ser universitarios y sin desarraigo. En salud, hay un objetivo, el brindar servicios médicos primarios de calidad, pensando en los sectores vulnerables. Esta área, en un trabajo inclusivo, deberá apuntalar el proyecto de protección a las victimas de violencia infantil y de género, una cuestión acrecentada a cifras siderales por la pandemia. La casa de abrigo será uno de los puntales.
En las dependencias más impactadas por la crisis del Covid, se rearman proyectos a encarar cuando amanezca el 2021, un año que será intenso, principalmente si se reactivan obras que el estado provincial ha detenido para su revisión en este 2020. al llegar a la meta del primer año de gobierno.
Mientras en la discusión política, el gobierno deberá enfrentar el tratamiento del presupuesto 2021, que entregará en manos del Legislativo en noviembre, empieza a pensar en concretar una parte relevante de lo programado, en un viraje de gestión tras la aparición de la pandemia.
En marzo las cosas cambiaron el eje, lo que estaba escrito, debió reescribirse y encararlo en un contexto económico- social muy complejo. Hubo cierres largos en tiempos de cuarentena, y eso retrajo el ritmo de lo que se había previsto.
Está claro que la gestión no encontró viento a favor, si no todo lo contrario, hubo que remar con la tormenta al acecho.
El armado del Gabinete en el comienzo, se pensó también para encarar una gestión de «reordenamiento» general, tras 16 años de otra gestión, con una mirada y conducción muy distinta a la que pretendía Dupouy.
Pero el reordenamiento, vino pegado a la gestión, la pandemia puso a prueba una junta de Defensa Civil que incluso tomó determinaciones sin manual para paliar un virus nunca antes visto.
Cuando la ciudad entró en dos oportunidades en Fase «1», parecia que la cosa iba a llevar al precipicio los números de la recaudación, y lo previsto en el marco de un diagnostico precoz, al que a los pocos meses, mientras se empezaba a trabajar, llegó el cierre de la totalidad de la ciudad, antes inclusive de lo previsto en la Nación.
Las carpetas del gobierno, a 10 meses del comienzo, se tuvieron que ir modificando. Por eso el protagonismo se fue inclinando hacia la asistencia social, paliar el hambre y el desempleo, y por la secretaria de hacienda, con números flacos, y administrando con cuenta gotas los recursos para poner en marcha el programa inicial, «mejorar la maquinaria de la obra pública, llevar a cabo el acomodamiento del personal ocioso, y limpiar la ciudad». Un objetivo que la Intendente priorizó, y le dio aire ante el embate de la pandemia, y la falta de recursos.
Claro que el comienzo dista demasiado a los dias de hoy. También fue decisión de la propia Intendente salir de los libretos, y poder darle a la economía comercial un respirador para abrir puertas y buscar la salvación.
Todavia en Ceres hay en marcha muchos emprendimientos que se abrieron en plena pandemia, cuando en otras ciudades están cerradas desde marzo. Eso tuvo que ver con decisiones propias, «Dupouy entendió que la armonía entre la economía local, y el gobierno dependía de determinaciones propias».
A pesar que hubo algunos apurones, Ceres salió de su última cuarentena estricta, y sostuvo, «acá no se vuelve más a una instancia similar». Esa decisión tuvo dos impactos, en el ámbito comercial un puntal para la gestión, y en lo político, una demostración de fortaleza, cuando los casos se sumaban diariamente por coronavirus.
Ceres fue una de las ciudades del norte provincial que sumó más casos en un momento de junio y julio, incluso era una de las 10 ciudades de toda la provincia con más casos positivos. Hoy, en octubre, ese ranking dejó a Ceres fuera de las 40 ciudades con más casos, y puso al sistema de salud local de manera ejemplar a la hora de administrar la pandemia. Esos fueron aciertos, que incluso desde la oposición, buscaron minimizar sin ponerlo en el contexto de discusión.
Ante estos meses turbulentos, Dupouy se apoyó en el Senador Michlig y el Diputado Gonzalez. Hubo un espaldarazo que se convirtieron en decisivos. Incluso el Senador salió a bajar alguna tensión política de julio, cuando la Intendente le puso en dudas a la provincia los números reales de casos en las grandes ciudades de la provincia. Michlig puso paños fríos, y la relación tensa no avanzó a mayores.
En 10 meses, el gobierno de la ciudad dejo el letargo en la que estaba inmersa la ciudad, y empezó a encarar un plan de gobierno atendiendo todas las áreas, con decisión política, dejando de lado los cuestionamientos políticos de los sectores opositores.
A dos meses de concretar el balance del primer año, las carpetas de trabajo, empiezan a ser más intensas. Obra pública, todo con recursos propios, y la asistencia a sectores muy vulnerables de la comunidad serán, no caben dudas, los que figurarán primero en el resumen del primer año.
Que es lo que se viene, y que el gobierno tiene en su programa, para los próximos dos meses.
En obras públicas, se pretende llegar al final de la obra de Vicente Casares, concluir el plan de bacheo, y culminar las 40 cuadras de veredas con inclusión de los propios vecinos. Invertirá 1.4 millones, de fondos Covid para cercar el Paseo de la Vida, un lugar que busca recuperarse en todo su esplendor. El proyecto del CPC en Barrio Cooperativo es ambicioso, pero ya tiene fondos asignados. Habrá un primera etapa, y probablemente si el Concejo aprueba si dilaciones la construcción del mismo, el 10 de diciembre haya más que cimientos levantados. Pero el resumen anual tendrá, un largo repaso del éxito del programa GIRSU; que amaneció siendo muy dificil de implementar, pero que ha sido recibido de buena manera por un 70% de la comunidad. El tratamiento de residuos sólidos en el centro de disposición final ha conseguido cumplir uno de los objetivos, generar empleo.
Dupouy y el equipo económico han diagramado un plan de ingresos dinerarios frescos. Hay que motivar a los deudores, en un momento bravo en lo económico, a saldar esas viejas deudas. A la par, la ampliación de iluminación, forestación, y limpieza de todos los sectores de la ciudad, hechos motivadores para que los frentistas paguen su TGI. «para que los vecinos paguen tienen que ver que se les presta el servicio» esa es la fórmula. Y el contribuyente lo sabe. Una buena recaudación impositiva, permite seguir con la gestión sin dilaciones, porque todo lo que está programado depende de los recursos propios.
En Gobierno la campaña contra el Dengue es clave. El éxito de esta campaña depende de que el verano tenga menos casos que el año pasado. En desarrollo social las cosas van por caminos paralelos. Esa área es amplia, no solo se entregan ayudas a las familias con problemas económicos, sino que se han profundizado cursos de amplia salida laboral con aval de la Universidad Gran Rosario. El eje de la educación a distancia es lo que se prevé profundizar en la gestión. Será un punto clave en el futuro de la nueva normalidad para aquellos que pretendan ser universitarios y sin desarraigo. En salud, hay un objetivo, el brindar servicios médicos primarios de calidad, pensando en los sectores vulnerables. Esta área, en un trabajo inclusivo, deberá apuntalar el proyecto de protección a las victimas de violencia infantil y de género, una cuestión acrecentada a cifras siderales por la pandemia. La casa de abrigo será uno de los puntales.
En las dependencias más impactadas por la crisis del Covid, se rearman proyectos a encarar cuando amanezca el 2021, un año que será intenso, principalmente si se reactivan obras que el estado provincial ha detenido para su revisión en este 2020.
Martin Farias
