Ya mismo, los vaivenes y peleas, intensas por cierto, entre oficialistas y opositores, empezarán a dejarle paso a un verdadero problema que estaba siendo esperado, como aquel familiar que esperábamos en el andén, pero que con retraso llegaba finalmente.

Esto está lejos de ser un encuentro bonito, de abrazos y besos, el COVID no permite eso, mucho menos que se quieran desentender de la situación por venir. Cuidado, esta administración de la pandemia a la que nos someterá esta etapa de un virus nacido en China, amenaza con tener mucho ruido en las «urnas». Cuidado como se administrará esta etapa de la pandemia. No habrá espacios para los débiles. Y esto debe ser puesto en agenda urgente en el marco de todos los partidos políticos locales. Menos mezquindades, menos criticas y más acción. Ceres se muestra calma y serena en estos primeros días de abril, pero esto asemeja ser la calma antes de la «tormenta».

Todo es incertidumbre, en el Hospital Ceres será clave la acción, aunque ya estén acostumbrados a lidiar con el enemigo cara a cara, será importante que la politica haga lo suyo, pero sin intereses partidarios, para que no falte nada de lo que después tengamos que arrepentirnos. Si hay que testear más, hagámoslo. Si tenemos que vacunar más personas hagámoslo. Que la iniciativa no transite en cajones de escritorios, y la segunda ola nos tape de pacientes a los que no podamos atender.

El Gobierno de la Ciudad ya ha dado una muestra de que es importante pensar en esta segunda ola, y lo que se viene. La firma con la Clinica privada es una puerta para que no todo se concentre en el Hospital publico. Será necesario contar con atención a muchas personas con otras dolencias o patologías y que necesitaran atención médica. El convenio ya consiguió la crítica política de la oposición, pero que solo quede en eso, en la critica, porque esta etapa de la pandemia que se viene, no será fácil. 

Después dependerá de cada ciudadano, al que habrá que controlar en sus actitudes y comportamientos. Ya hay indicios de que algunos, rebeldes como siempre, buscarán desde una postura ideologica de negación, no acatar medidas de restricción. Eso es de manual. Con los argumentos que emanan de la TV nacional, algunos consideran que no hay que acatar nada, que hay que seguir con la vida normal, que hay que convivir, y otros argumentos que pierden solidez cuando se los compara con lo que sucede en el mundo.

Sostener la ciudad de Ceres activa, durante las horas de sol será clave. Para eso se necesitará tomar medidas en los horarios de la noche. Ya lo vienen haciendo en localidades de los alrededores. No importa que diga la gente, lo que importa es el comportamiento del virus. El COVID de la segunda ola no perdona las reuniones sociales, y los espacios con público por encima de lo permitido. Es infeccioso, mucho más que el covid original. Porque estas variantes que dan vueltas en la provincia, serán letales si no prestamos atención a su desarrollo.

La política deberá dejar de lado sus grandes diferencias, que no son ideológicos, sino que se resumen a la conveniencia de no ceder el pedazo de queso al que están sujetos. Vendran semanas, y meses, donde las decisiones del Ejecutivo tendrán que ser contundentes, pero con acompañamiento de todo el arco político local. Porque si se los deja solos, corremos el riesgo de que poco pueda hacerse para controlar la «manada» rebelde.

En los comercios tiemblan, saben que un confinamiento de 10 días, podría ser letal para su continuidad en los rubros mercantiles. Los empleados tiemblan porque su situación laboral penderá de un hilo muy delgado. Hay una situación de inestabilidad que con un solo soplido se derrumba totalmente. Para seguir con el ritmo económico actual en nuestra ciudad, será dificil, porque en la llegada de la segunda ola algunas de esas actividades deberán restringirse. No es por capricho, es porque asi lo indica la hoja del manual que nos vienen indicando desde los paises a los que admiramos por su situación y economía. Habrá que ajustar controles, y pedirle a la población un esfuerzo que ya no quiere hacer. Eso pondrá en jaque a los politicos, y a la política. Pero si se apunta al conjunto de la sociedad, la política tendrá que estar en la misma sintonía, porque la segunda ola los avasallará, y en las urnas electorales, eso no se perdonará. Esta dicho.

MARTIN FARIAS