El grupo de artesanos, nucleados bajo la denominación Artesanos Ceresinos agrandó su propuesta. Andando por los stands del Parque Leini, muchos quedaron sorprendidos por la muestra y la oferta de las artesanias. Está claro que la propuesta era consolidar el grupo, entrar al mercado con la solidez de un buen producto y la variedad.
Esto que se consiguió durante dos días en Ceres y no fue producto de la casualidad. Los artesanos ceresinos han decidido claramente ir por más. A las juntadas tradicionales, primero de 15 o 20 en el paseo Eva Perón se sumó la consigna del nuevo espacio, el del viejo «tanque ferroviario» como sede para la posteridad. Las exigencias de los artesanos empezaron a ser notorias desde mediados del año pasado. Las muestras y exposiciones no solo se quedaron en eso, y conformaron al militante de la artesania. Se impusieron condiciones, y a partir de citar las reglas, avanzar. Lo consiguieron, y eso se plasmó claramente el fin de semana en el Parque. Hace muchos años que Ceres necesitaba que sus artistas de la artesania consigan una visibilidad relevante. El fin de semana lo lograron. Laburo, horas sin dormir, pasión, son varias las condiciones que se mutaron para el éxito de la feria. «Me voy a feriar» expresaba una de las artistas en sus redes sociales. Se le explotaba el pecho de alegría y gozo porque exponía lo suyo, y lo ofertaba a la comunidad. El balance, tal vez, y opino sin conocerlo, se ha hecho de diferentes maneras y por rubros. El económico, habrá algunos con ventas excelentes, otros tal vez, cumplieron el objetivo. Pero ahi no debe quedar la cosa. El balance se hace desde la rigurosidad de la propuesta. Prolija, cómoda, espaciada, distinta, sólida, variada y por ende, entretenida. Eso es todo.
Los balances personales no deben afectar al producto del conjunto. Ceres vio renacer el entusiasmo de los que dia y noche, en tiempos libres y como pasatiempo, fabrican «arte». Con eso me quedo. Artistas, artesanos, feriantes, palabras que se solidificaron con cada uno de los que con «gazebo o sin gazebo» se sumaron a la Feria. El resto del programa, sumó con creces, un espacio para combinar danzas, deportes y hasta la música. Nada quedó librado al azar, tal vez internamente habrá cosas para corregir, no sería inusual que eso sea parte del balance final. Sería totalmente lógico. Los apoyos conseguidos desde la políica fueron un empujón relevante. Los visitantes estuvieron a la altura de la propuesta. Los artesanos ceresinos ya no son solo eso, ahora se convirtieron en una «organización», con un excelente porvenir. Brindo por eso.
Martin Farias