Arranca agosto, no será un mes más. Y no tiene que ver con que será el mes de 31 días, y algunos lo apuntan como el más tedioso de todo el almanaque. La politica lo cita como el «mes bisagra».
Primero, julio se va con toda la polvareda que levantó. A nivel pais los numeros más espantosos de la economía se dieron en solo 31 dias. Se fueron dos ministros de economia, y otros tantos del gabinete nacional. Sobre el final, el Frente de Todos quema su última carta hacia un destino más próspero hacia el 2023. Nadie duda a estas alturas que la irrupción de Massa en el gabinete como «superministro» será para acomodar los tantos, negociar con los sectores del poder económico, tomar aire y hacer que la «bomba» no explote ahora, sino que pueda hacerlo más adelante.
Lo de la economía nacional no se arregla de un dia para otro, eso lo saben todos, oficialistas y opositores. Pero lo que tampoco nadie duda es que este cambio le ha dado al Gobierno nacional y sus adeptos otra expectativa. La oposición plantea con lógica, «mostrar el plan». La brujula es lo que le ha faltado a la gestión, una gestión que embargó de cientos de problemas a los politicos en cada distrito. Porque cuando se equivocan las politicas arriba, los que las padecen son los de abajo.
Solo asi se entiende que en los pueblos y ciudades del interior del interior se padezca el impacto de los precios en todos los rubros. Por ese motivo, la salida de julio, y la llegada de agosto será bisagra hacia el futuro. Los politicos no miden si las medidas que se toman benefician directamente a los ciudadanos, los politicos miden que esas decisiones los pongan potables o no hacia una carrera electoral. Eso se demostró en la elección de Sergio Massa al frente de la economia Argentina.
Es lógico pensar que si el termometro se enfría, y el espanto pasa, todos se verán medianamente beneficiados. Primero los peronistas, que andaban bastante sacudidos con los pésimos números de aceptación entre los ciudadanos. Pero la oposición tambien asume un nuevo desafío, tal vez la tranquilidad de que todo iba viento a favor por las desacertadas políticas implementadas por los que mandan, ahora obligue a replantear las estrategias.
Por su parte la politica local tambien se reacomoda a los nuevos tiempos. En una entrevista radial, y hace pocos días, Miguel Andrada habló de todo lo relacionado a la economía municipal. Desde la oposición salieron a cruzarlo, por algunas de sus apreciaciones, pero ese embate solo quedo en eso. Nadie puede criticarle a un secretario de hacienda del interior del interior, que saque plata desde una planta, cuando desde Nación no se frena el índice inflacionario. Volvieron a fallar en el tiempo de la crítica. Eso es lo imperdonable en quienes esperan algun tropezon, para salir a plantear sus cuestionamientos. Hay un destiempo notable en la oposición para salir a cortar sin cuchillo.
Andrada fue muy preciso a la hora de hablar de la economia local, «si los ciudadanos no pagan los impuestos y las obras encaradas como contribución de mejoras» es dificil contar con una economia municipal que permita avanzar en esa materia. Los vaivenes a los que llevó el espantoso programa económico nacional obligan a la gente, pero tambien a los gobiernos municipales, a empezar a mirar de reojo los números. «Los recursos son finitos» manifestó el secretario, «no tengo una quinta para ir y cosechar dinero». La oposición sabe de que se trata, pero prefirió salir a cruzarlo al secretario. La argumentación careció de sustento. Primero porque a pesar de los vientos en contra, el gobierno local va cumpliendo con lo establecido y comprometido.
A la realidad hay que remontarse, es tanto el impacto de la inflación que para comprar una retroexcavadora llegaron $ 13 millones de obras menores y esos fondos no alcanzaron y deberá poner $ 2 millones de recursos propios para hacerse de una maquinaria pesada clave. Lo mismo para reparar otros elementos de trabajo, ya no se encuentran ni repuestos, y mucho menos precios que se sostengan de una semana para la otra. Incluso, Andrada manifestó que lo que tiene autorizaco como monto de compra directa, «ya no alcanza» porque se desactualizó el monto. Lo mismo con la UCM, la unidad que se establece los parametros para cobrar los tributos. Es probable que pueda haber un solicitud al concejo para actualizarla. No estaria mal, aunque en el Gobierno ya sospechan que la oposición saldrá a criticar fuerte un pedido de ese tipo, desconociendo que son ellos, en Nación los que han descuartizado la economia.
La politica de agosto, y las decisiones que se tomen en todos los ámbitos tendrán un impacto directo hacia el futuro más cercano. Habra que tomar caña con ruda y desear que la salud de la economía empiece a sanar, a la medicina la tienen los de arriba, aunque quieran disimularlo con los de abajo.
MARTIN FARIAS
