A días del cierre de las sesiones ordinarias, aún continúan las negociaciones, fallidas hasta ahora, por el Presupuesto 2025, cuya condición sine qua non es el déficit cero. Gran parte del ajuste en las cuentas públicas se concretó en 2024, pero el próximo año seguirán los recortes en algunas áreas y programas, mientras que otros tendrán aumentos.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó el presupuesto asignado para 19 programas que además de tener un amplio alcance, están etiquetados como “Presupuesto con Perspectiva de Género”.
En lo que refiere a programas de ingresos, las pensiones no contributivas de madres de 7 o más hijos tuvieron una caída del 16% en 2024 y de aprobarse el presupuesto, tendrán un leve aumento del 0,8% en 2025, acumulando un descenso del 15,3% en dos años.
La Moratoria previsional registró una reducción del 9,2% en 2024 y verá una mejora del 3,2% en 2025. La Tarjeta Alimentar sufrió un recorte del 21,6% en 2024, seguido de un repunte del 23,7% en 2025. Por su parte, la Asignación Universal por Protección Social es el único programa con crecimiento sostenido: aumentó 45,1% en 2024 y 5,9% en 2025.
En el caso de los programas laborales, Registradas, que buscaba promover la formalización de las trabajadoras de casas particulares, fue eliminado en 2024; Potenciar Inclusión Joven tuvo caída del 51,4% en 2024 y no hay partida asignada para 2025; el gasto de Potenciar Trabajo se recortó en 83,2% este año pero tendrá un aumento de presupuesto del 73,2% en 2025. A pesar de ello, la caída acumulada entre 2023 y el año próximo será del 70,9%.
Con información de Infobae