Seguidamente se han venido sucediendo distintos actos que encuentran en las antipodas a la politica y la gente. No viene de ahora, viene de años, y años. Es tal el nivel de desparpajo que todo esta a punto de encender un fuego que puede tardar mucho en apagarse.
No solo los aumentos de los senadores nacionales han ocasionado un fuerte cuestionamiento social, si no que hay acciones que siguen dividiendo a la sociedad toda. Claro queda a estas alturas que nada pasa por casualidad. Hay un interes fuerte de distintos sectores de mantener la «bronca» social cada vez más activa.
Cuidado con cruzar la delgada linea de la tolerancia. La sociedad atraviesa momentos durisimos, que habia anticipado el presidente cuando era candidato. «Se viene meses terribles para la economía» decia. Y no estaba errado. Porque entendia que el contexto electoral llegaba con una economía devastada, ajetreada, y con una temperatura demasiado elevada. No caben dudas que aquella predicción presidencial está viendose de manera descarnada.
Las cifras de pobreza siguen creciendo. Fernandez la dejó alta, pero en el primer trimestre del 2024 creció. Hay más de 3 millones de argentinos que se desplomaron y cayeron a los margenes de la pobreza. La cosa parece no poder recomponerse en un corto plazo. El emprendedor pyme naufraga en un mar de dudas en momentos de extrema vulnerabilidad dineraria y con cero posibilidades de inversión. En esta sintonia el comerciante sostiene a los limites de más no poder el sistema a partir de buscar opciones que les permitan mantener sus puertas abiertas.
Ese nivel de tolerancia tiene limites. Traspasarlos sería caminar directamente hacia el precipicio. Es imperioso acuerdos que permitan transitar el duro camino que aun resta recorrer con un horizonte promisorio. Estos acuerdos indefectiblemente deberan contener a la masa social de clase media, porque la varilla de sosten del sistema está en su punto más endeble.
En el pais se transitan momentos donde las realidades parecen estar totalmente cruzadas. Mientras la politica mira como acomodar su economia, las universidades marchan por su financiación, y los trabajadores siguen pagando precios europeos con sueldos argentinos. Algo tiene que pasar para equilibrar la balanza. No está bueno que las mejoras solo se noten en un sector, mientras el resto la pasa mal. Todavia no la «ven» afirman las fuentes del gobierno nacional. Y tal vez sea concretamente asi. No ha habido anuncios para la clase media. Solo han sido aumentos totalmente logicos, pero en un momento dificil.
En la provincia se atraviesa otro momento, de similares condiciones, con acuerdos a contrarreloj para poder firmar el pacto de mayo al que el presidente Milei expone como el acuerdo nacional más importante desde el retorno de la democracia. Pullaro se metió en medio de una disputa que lo tiene atravesado con el sector docente. Las paritarias de esta semana pasaron a cuart intermedio. Olivares ve que la recaudación impositiva se sigue manteniendo en niveles bajos. Y seguramente, si las politicas siguen apretando el cinturón puedan seguir bajando. No hay posibilidades de aumento de salarios si todo depende de la recaudación impositiva.
La reforma previsional que propone el gobierno provincial tiene en estado de alerta a todos los trabajadores y sus representantes sindicales. Es que tal estos sean momentos dificiles para apurar modificaciones. Es real que provincia debe ejercer su derecho de que Nación le pague lo que debe pagarle por compesanción de la caja. Tambien es imperioso tal vez en tiempos de tantas vacas flacas apuntar a los sectores de la riqueza más concentrada de la provincia, que la juntan en millones, para compensar el peso de la situación. Sergio Bruschini hablaba en estas horas de que para mejorar condiciones salariales de los trabajadores «habria que cobrar un impuesto de algunos meses a los capitales concentrados que operan en nuestra provincia, y que sus propietarios son millonarios de otro pais». Es probable que no esté tan equivocado.
Si no existen consensos de como cruzar el rio todos juntos será dificil encontrar a todos del otro lado. Alguno se ahoga si el cruce es solo para un sector. Todos coincidimos en que el pais necesitaba sincerar su situación, pero tambien es real que ese sinceramiento afecte a la clase media, y la hunda en la pobreza. Es dificil subir a estos niveles a quienes caen en el abismo. Argentina ya vivió en otros tiempos la caida de la clase que sostiene el sistema. El gobierno nacional deberá apurar medidas economícas que permitan ver más concretamente esa mejoría que promete todos los días. Esto es imperioso, porque el humor social empieza a calentarse.
Algo debe suceder para que todos podamos ver esa luz al final del túnel, que por ahora está demasiado lejos, que no la vemos.
Martin Farias