En un despliegue rutinario de Prevención Activa llevado a cabo este viernes por oficiales y suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina en el kilómetro 395 de la ruta nacional 34, a la altura de la ciudad de Ceres en el departamento San Cristóbal, se desencadenó un acontecimiento que reveló una operación de tráfico de drogas. La protagonista de este descubrimiento fue Sasha, la perra adiestrada en la detección de narcóticos de la fuerza de seguridad.
Durante la inspección de un micro proveniente de Salta, Sasha detectó señales inequívocas debajo del asiento de una pareja de bolivianos. Tras una revisión minuciosa, se hallaron dos cajas metálicas conteniendo ladrillos de cocaína, cuyo peso ascendió a casi 13 kilogramos.
Un delfín
La pareja, identificada como ciudadanos bolivianos, fue inmediatamente aprehendida bajo la presunción de infringir la ley nacional de estupefacientes N°23.737. Un detalle peculiar llamó la atención de las autoridades: en uno de los ladrillos de cocaína se encontró grabada la imagen de un delfín, indicando así su origen, calidad y propiedad.
El conductor del vehículo declaró que habían partido desde la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán en la medianoche del jueves, con destino a la estación de ómnibus en Buenos Aires.
El procedimiento fue informado a las autoridades pertinentes, desde la Sección Seguridad Vial de Ceres hasta la Región II de Gendarmería Nacional en Rosario, quienes, a su vez, comunicaron el caso a la justicia federal con sede en la ciudad de Rafaela. La orden judicial dictaminó que los dos individuos detenidos permanecieran privados de su libertad e incomunicados, fueran identificados y se les formara causa como presuntos infractores de la mencionada ley de estupefacientes.
Además, se dispuso que toda la cocaína secuestrada quedara bajo una estricta cadena de custodia hasta su remisión al edificio judicial correspondiente.