El golpe de la «pandemia» en los bolsillos de los vecinos de todo el pais no es una novedad. A pesar de los avatares lógicos de la larga cuarentena, las peripecias para plantarse con emprendimientos propios, la apertura de locales a la mitad de la capacidad, y sueldos devaluados por el impacto de la crisis más feroz de la que se tenga memoria, agosto ha sido un mes de «buena recaudación» impositiva en la Municipalidad de Ceres.
Hay que decir que a pesar de los pésimos pronósticos que conllevaba el mes que ya culmina, desde hacienda municipal los números «son positivos».
LOS EJES
Hay motivos, por los cuales el contribuyente local, ha pagado sus tasas a pesar del impacto de la crisis.
Uno de los principales ejes de la gestión ha sido «el prolijo manejo de los recursos propios». Hace pocos dias atrás, a modo de balance el CPN Miguel Andrada, habia manifestado entre sus colaboradores y a la Intendente Dupouy que «la gente pagó sus impuestos en un promedio superior a lo que habian dejado los primeros meses del año» en plena pandemia.
Los volumenes dinerarios recaudados han posibilitado atender distintas áreas que «asumen como prioritarias» en la gestión, obra pública y servicios, y desarrollo humano.
«Acá no vino un solo peso de afuera, los recursos con los que se van haciendo cosas son totalmente genuinos, y responden a la mirada del vecino sobre la gestión» declaró el Contador cuando se le preguntó sobre la venia del contribuyente.
El contribuyente notó estos hechos, de la realidad, para asumir su compromiso, encontrando reciprocidad del gobierno.
La limpieza de la ciudad, con el impulso de un programa de separación de residuos es uno de los puntos claves. El anhelo del primer anuncio que hizo la Intendente al asumir se cumple. El gobierno local enfocó sus esfuerzos en limpiar la ciudad, acomodar el centro de disposición final, encarar el programa Girsu, avanzar con las obras en calles Casares y Salta, que los mismos frentistas confesaron no pensaban ver en vida, la obra de bacheo, la recuperación de espacios verdes, y la re iluminación led en sectores demasiado postergados por años. No son datos menores, son servicios y obras que el vecino ve y siente.
ATENDER LA CRISIS
Pero a esto lo complementaron con una permanente asistencia a los sectores más postergados. Hay un núcleo de familias que necesitan de la asistencia alimentaria, y el gobierno lo atiende. «La Intendente no le soltó la mano a nadie» dijo uno de los referentes barriales hace pocos días atrás. Eso se ve. El CIC, a partir del trabajo del área de Silvia Garcia en Desarrollo Humano, se ha convertido en un lugar de permanente visita por parte de la gente que necesita una ayuda social, en una crisis feroz.
En silencio, con pocas fotos, y a la par de los necesitados, el gobierno ha conseguido una relación muy estrecha con la gente. Lo dijo el Coordinador del Gabinete Guillermo Cravero, «cuando llegamos con Alejandra Dupouy a mirar alguna obra o visitar algún barrio la gente se le acerca, la saluda, le agradece lo que está haciendo», ese un termómetro de la gestión.
Atender las obras, los servicios, la asistencia social, demanda fondos en demasía. Esos fondos salen del pago de los impuestos de los vecinos. Manejar los dineros sin marearse es una de las herramientas que ha ponderado la Intendente con el secretario de hacienda. No dilapidar recursos, y gestionar ayudas en el ámbito de provincia y nación.
El dato de la semana reforzó las demandas que viene haciendo el Gobierno ante la provincia por los fondos Covid, «Ceres recibió dos millones, de ocho que están asignados». No es la única Municipalidad que sufre esa desatención. El Senador Felipe Michlig ha sido un constante respaldo a las gestiones de este municipio y otras por esta cuestión. Incluso, el legislador en sus arribos a la ciudad ha contribuido con el aporte de fondos asignados por la Cámara para ayudar al gobierno local en los apuros económicos en áreas específicas.
Sostener la permanencia de los controles de ingresos a la ciudad para la prevención del COVID son un esmero del gobierno, ante tanta falta de apoyo económico de la provincia.
El Gobierno entendió que «una administración prolija» origina confianza en los contribuyentes. Eso es lo que se notó en agosto. «Sacarle agua a las piedras», mientras la pandemia aún no ha mostrado su peor embate.