Lejos de ser una carta para enviar por correo, Jesica Lazaro, Profesora de nuestra ciudad, decidió, en su muro de Facebook, contarle al Señor Gobernador que le descontó el 70.34% de su sueldo, en represalia a las medidas de fuerza buscando una recomposición salarial y mejores condiciones laborales. El tono de la nota es explicativo, y relata los pormenores de ser trabajadora del estado en el contexto actual.
LA NOTA
Señor Gobernador:
Trabajo en tres instituciones públicas de su provincia (todas en Ceres). Anoche para completar el ritual de todos los meses esperé a medianoche para entrar a Intranet. Luego de que la página empezó a funcionar, de que terminé de sumar mis recibos comprobé que me descontó el 70,34% de mi sueldo de este mes.
No tengo grandes gastos, tampoco una familia a cargo, ni grandes responsabilidades que salgan de mi bolsillo. Lo cierto es que inevitablemente me puse a pensar en las situaciones en las que trabajamos en esta provincia. La mayoría de las instituciones educativas se respalda por cooperadora (alfajores, rifas y demás), la mayoría de nosotros llevamos nuestros propios recursos a las aulas (este año me fue imposible cobrar una sola copia a mis alumnos dada la situación económica) y sin embargo esto no parece alcanzar.
El derecho a huelga es un derecho constitucional regulado en el artículo 14 bis de la Constitución incorporado en 1957. En esta oportunidad se reclamaba algo aún más importante que el sueldo, el derecho a una participación legítima en las reformas normativas de la educación secundaria y primaria, la movilidad docente, I.A.P.O.S., la cuota de los comedores, y otros temas que los que estamos frente al pizarrón entendemos. Vuelvo a recalcar que la mayoría de los recursos salen de mi bolsillo, la movilidad también y mi formación también.
Durante todo este tiempo fuimos objeto de un juego casi mediático en un tira y afloje de diversos intereses. Personalmente no entiendo las razones de por qué en mi caso el descuento fue tan grande. Sin embargo no me puedo quejar, tengo la certeza de que este mes nada me va a faltar, pero me resulta tristísimo ver la situación en la que están mis compañeros, que sí tienen familia a cargo, que tienen créditos y cuotas que se debitan automáticamente de sus sueldos.
Creo que este descuento se trata por sobre todas las cosas de una medida con clara finalidad adoctrinadora (más del 70% por ciento en mi caso). No se preocupe, no quiero que me devuelva lo descontado…. Le voy a pedir que en este caso utilice ese dinero para algo más que engordar un plazo fijo provincial… no me devuelva lo descontado, lo cedo para que usted pueda revisar la movilidad rural, crear cargos, otorgar una suma menos miserable a los comedores escolares, revisar nuestra obra social y varias cositas que si tiene tiempo sería bueno que vea.
Tamaño descuento en medio de la inflación no pasa desapercibido. Guardaré este momento como uno de los más amargos de mi corta carrera docente, sin embargo no creo que en este caso sea yo la miserable.
Cuando hablamos de que “no se ajusta en educación” no nos referimos a nuestros sueldos, nos referimos a que desde que puso un pie en el gobierno empezó a recortar derechos establecidos. Vuelvo a decir, hoy tenemos los bolsillos flacos, pero nosotros no somos los miserables. Es un gobernador, no es un patrón de estancia, por favor, esté a las alturas de las circunstancias…
Tranquilo, no sé cuál era su objetivo, pero estoy segura de que hoy está un pasito más cerca de lograrlo….
