En septiembre pasado, cuando la cantidad de casos sospechosos de Covid-19 comenzó a crecer, el gobierno nacional cambió la forma de diagnosticar la enfermedad. Desde entonces, una persona con síntomas como fiebre, tos y dolor de garganta, que hubiera tenido contacto estrecho con un paciente infectado, era considerado positivo sin necesidad de realizar un análisis de PCR. Desde entonces, unos 36 mil santafesinos se notificaron como casos confirmados de coronavirus e ingresaron a los programas de seguimiento sin un hisopado previo. En las puertas de un nuevo brote de la enfermedad, las autoridades sanitarias de la provincia están evaluando cambiar ese criterio y volver a testear a todos los casos sospechosos de Covid-19.
En hospitales y centros de salud de la provincia ya empezó a circular un nuevo protocolo para la definición de casos sospechosos de coronavirus, manejo de contactos y formas de otorgar el alta médico. Entre las principales modificaciones que incorpora el documento se encuentran los mecanismos para el diagnóstico de los casos.
Según el instructivo, los pacientes que se acerquen a los centros de salud con dos o más síntomas compatibles con coronavirus deberán someterse a un análisis para diagnosticar la enfermedad. “Los casos se confirmarán siempre por laboratorio, sólo se utilizará el criterio epidemiológico para casos fallecidos que no pudieron ser estudiados, debiendo ser evaluados y notificados por Epidemiología”, señala.
Igualmente, hasta contar con el resultado del test, todo caso sospechoso debe ser aislado inmediatamente y comenzar la búsqueda de sus contactos estrechos.
Si bien desde el Ministerio de Salud de la provincia aclararon que el cambio de modalidad para la definición de los casos confirmados de Covid-19 aún no es oficial, reconocieron que se está evaluando hacer extensivos los testeos.
De emergencia
La confirmación de la enfermedad por criterio clínico epidemiológico, es decir sin necesidad de análisis de laboratorio como los de PCR o los test rápidos, se incorporó el 11 de septiembre al protocolo nacional para la notificación de casos de coronavirus.
Desde entonces se definieron tres criterios para diagnosticar la infección en lugares con circulación comunitaria del virus. Se consideraron casos positivos a aquellas personas que presentaron dos o más síntomas de la enfermedad y fueron contacto estrecho de un caso confirmado o formaron parte de un conglomerado de casos.
También, a toda persona que en ausencia de cualquier otra causa identificada comience con pérdida repentina del gusto o del olfato y a toda persona fallecida sin diagnóstico definido con un cuadro clínico compatible con Covid-19 y que haya sido contacto estrecho de un caso confirmado o haya estado vinculada epidemiológicamente a un conglomerado de casos o a áreas de transmisión comunitaria sostenida.
Según explicó oportunamente la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, la modificación en la forma de confirmar los casos de coronavirus obedeció a la necesidad de agilizar la atención y el aislamiento, ganando el tiempo que demanda esperar el resultado de los análisis.
“Una persona que se confirma por criterio clínico epidemiológico es un caso igual, tiene una forma diferente de confirmación, pero se lo aísla, se lo trata como un caso, debe cumplir con las mismas recomendaciones”, indicó la funcionaria en ese momento y recordó que “es una práctica habitual en vigilancia epidemiológica que cuando hay algún brote o epidemia”.
Una vuelta más
De acuerdo al parte oficial de ayer, desde el inicio de la pandemia ya se notificaron 194.926 casos de Covid-19 en la provincia. De éstos, 158.360 se confirmaron por laboratorio y 36.566 por nexo con otros casos confirmados.
En la nueva modalidad que tiene en evaluación la provincia, esta segunda forma de diagnóstico desaparecería y toda persona con síntomas, aún los contactos estrechos de personas infectadas, deberá hisoparse.
La estrategia obedece a una mayor cantidad de recursos para realizar los análisis, que escaseaban al comienzo de la pandemia, y más disponibilidad de los laboratorios, saturados durante el pico de contagios. Pero sobre todo, advierten quienes proponen los cambios, permite ajustar los diagnósticos.
Es que con el avance de la epidemia, en hospitales y centros de salud se presentaron pacientes que ya habían sido diagnosticadas por criterio epidemiológico pero no habían desarrollado la enfermedad. Un argumento que empujó el debate sobre los cambios en la forma de diagnóstico.