«Hace un mes charlábamos con Elorriaga de las lluvias disruptivas del mes de octubre, de océanos muy calientes, de alta incertidumbre y de que era muy difícil que se repitiera ese nivel de lluvias. Sin embargo, volvimos a tener un mes de noviembre con tormentas que dejaron acumulados muy por encima de la media». Así lo reportó Cristian Russo para la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario.
«El centro de Buenos Aires -ejemplificó- superó los 220 mm, igual que el norte de Entre Ríos; el norte de Córdoba cerró el mes con 120 a 150 mm y en el centro norte de Santa Fe incluso se superaron esos valores. En Corrientes se alcanzaron los 280 mm y lo mismo sucedió en el centro de Chaco». Los datos no contabilizan las precipitaciones sobre jueves y viernes de la semana que se cierra.
«Diciembre arrancó de la misma manera. En la región núcleo, se registraron 95 mm en General Villegas, aunque en el entorno de Rosario no hubo lluvias significativas. Sí hay pronósticos para el próximo fin de semana. Pero no son buenas las probabilidades para Rosario y esta zona podría cumplir casi 3 semanas sin recibir valores importantes en un momento clave para el maíz temprano y la siembra de la soja de segunda. Los agrónomos alertan de variaciones muy importantes: «a 15 km de distancia, registramos 100 mm en un campo y solo 15 en otro.
«También hubo fuertes lluvias y vientos de mucha violencia en Súnchales con 188 mm que provocaron destrozos. Elorriaga, hacía esta afirmación en noviembre: ‘el sistema atmosférico está muy perturbado. Hay factores, como el calentamiento de los océanos, que disminuyen la confianza de los pronósticos. Con una dinámica atmosférica tan alterada y mayor energía disponible, todo puede pasar’. Las tormentas ya están mostrando una violencia inusitada. El escenario de falta de agua parece alejarse de la campaña gruesa, pero las tormentas comienzan a mostrar una violencia poco común, típica de tiempo extremo.
Según Elorriaga, las proyecciones de los organismos internacionales siguen indicando un leve enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Central, pero la influencia proyectada por los modelos para el evento «Niña» es cada vez menos significativa, tanto en severidad como en duración. Hubo cambios muy importantes en el último mes con lo que se acortó todavía más el período de duración de «La Niña». Te comento que la actualización con los últimos datos de la NOAA bajó la probabilidad de «Niña» para diciembre: hace un mes era de 71%; hoy, 57%. Esto significa que casi no habrá «Niña» ni sus efectos adversos sobre las lluvias de diciembre, aunque el pronóstico se mantiene para enero y febrero de 2025.
Con información de El Litoral