De forma gradual pero constante, el aumento de casos diarios de COVID-19 volvió a ser noticia en las últimas semanas. Lento, pero de manera sostenida, el número requiere nuevamente la atención de las autoridades sanitarias, justo cuando, con tasas de vacunación en aumento, comenzaban a relajarse algunas medidas.
Si bien la cifra de nuevos casos diarios cobró relevancia en cada parte diario en la provincia, los especialistas insisten en que el número que hay que mirar de cerca es el de la media móvil, que expresa el promedio semanal de nuevos casos.
Ocurre que los casos diarios son muy variables y no expresan diariamente lo que sucede, en especial por los retrasos en la carga que se producen los fines de semana. Por eso es mejor analizar el promedio semanal de nuevos casos diarios, eso es lo que mide la media móvil y los epidemiólogos sostienen que es la mejor variable para analizar el aumento de casos.
Mientras al 13 de noviembre los casos positivos promediaban los 50 infectados para toda Santa Fe, un mes después, los contagios se duplicaron. Ayer, el Ministerio de Salud reportó la cifra más alta en los últimos tres meses con 149 casos en la provincia.
Afortunadamente, la cantidad de personas internadas en Unidad de Terapia Intensiva (UTI) comenzó a descender en consonancia con el nivel de vacunación en todo el territorio provincial.
El aumento sostenido de los casos tiene su explicación en la circulación de la variante Delta que lentamente comenzó desde hace algunas semanas a desplazar a la variante Gamma, responsable del pico de infecciones de la segunda ola de COVID-19 que ocurrió en mayo pasado.
Las autoridades advirtieron, además, que el aumento de casos habría sido estimulado por un relajamiento en los cuidados individuales, como también, por la pérdida de rigor de muchos protocolos. En tanto, Santa Fe contiene alrededor de 200 mil personas que aún no han sido inmunizadas, cuya brecha buscará reducirse a partir de la implementación del pase sanitario.
Por su parte, el gobierno nacional aseguró en las últimas horas que completar el esquema de vacunación continúa siendo la herramienta principal para disminuir la transmisión y el impacto del COVID-19 en el país, donde más de 29 millones de argentinas y argentinos (más el 65% de la población) ya recibieron al menos dos dosis y otras 7 millones deben alcanzar el mismo nivel de inmunidad ante la aparición de la Omicron, la nueva variante del virus en el mundo.