En la última reunión de la Federación, las ligas elevaron por intermedio de la FSF, un documento a la responsable del área deportes de la provincia, Claudia Giaccone, en el que solicitan los permisos necesarios, decretos, y protocolos para empezar a «programar» un regreso a la competencia.
Cada liga, de acuerdo a su realidad geográfica o incluso de casos de Covid 19, ya han iniciado el armado del operativo retorno. El comienzo del año entrante no será menos preocupante que el que dejamos atrás, pero hay que plantear objetivos, y en eso andan algunas ligas de la provincia.
Hay algo concreto, y que resuena en los clubes, por lo menos de la Ceresina, «no podemos hablar del 2020, ya pasó, ahora enfoquemos el 2021». Pero, las mismas voces, avisan, «ojo, sin público en los estadios acá es imposible pensar en regresar». A las ganas de volver, la realidad del contexto pandémico le pone una traba.
Más allá de que los mismos clubes de la Ceresina se han ido imponiendo plazos, enero de 2021, será un mes para ir viendo el dia a dia de la cuestión pandemia, el impacto de las medidas de prevención, y poco a poco ir dialogando sobre como se podría volver, y cuando, que es el otro dato que aun nadie se anima a proponer. Algunos dicen que abril no sería un mal mes, otros especulan con mayo como el mes más acorde para el regreso a los torneos.
En la Liga Ceresina, más allá de los mensajes de salutaciones, o de buenos deseos para el año que viene no hay absolutamente nada concreto. Es que en la liga, hasta no tener decretos o permisos otorgados a Federación, hablar por hablar de poder regresar, no está en la discusión. Esto no quita que los clubes, por decisión propia, y por los decretos ya conocidos, empiecen a programar sus entrenamientos. Eso no está prohibido, ni nada parecido. Se puede, el problema, dicen los dirigentes que «si no hay una fecha de inicio de competencia como hacemos volver a los jugadores a una pretemporada», y ese es el punto. Los que han podido regresar a practicas durante los últimos dias de este año son unos pocos clubes.
En los clubes, no habrá dificultades de infraestructura, porque la mayoría de las subcomisiones han trabajado durante todo el 2020 en mejorar instalaciones, construir cabinas de transmisión, mejorar sector de tribunas, vestuarios, el piso de las canchas oficiales, y la iluminación.
Estas condiciones podrían ser de una ayuda fundamental a la hora de programar una competencia que deba jugarse incluso en horarios nocturnos cuando se pueda. Tampoco hay que descartar varios otros elementos para un retorno «progresivo». No solo se puede pensar en volver con la competencia superior, sino que habrá que hacerlo con las divisiones menores. No es descabellado el regreso provisorio para el 2021, si la gente puede ingresar a las canchas, jugar el tradicional campeonato a dos zonas geográficas, que posibilite menos recorrido de clubes y árbitros. Claro que en cada club anfitrión, las medidas de prevención deberán estar a la orden del día. La toma de temperatura, el uso de barbijos, y el uso restrictivo en zona de vestuarios habrá que implementarlo con precisión de cirujano. Lo bueno, y en eso coinciden la mayoría de los dirigentes del fútbol, el regreso no está tan lejos de lo que estaba hace tres meses atrás. Si la gente puede retornar a las canchas, tal vez con asistencia reducida, el regreso esté más cerca de lo que se prevé. Por ahora son más deseos que certezas, todos queremos el regreso del fútbol, pero con la prudencia que la realidad amerita.