El atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el principal centro comunitario de la colectividad judía argentina, que dejó 85 muertos en 1994, no es solo el peor atentado en la historia de Argentina. También es uno de los ejemplos más grandes de impunidad que tiene este país.
Quizás el mayor reflejo de ello es que, 26 años después del ataque, no solo no ha sido arrestado ninguno de los autores ni juzgado ni un solo sospechoso, sino que el que está preso es el juez que llevó la causa original.
Esta mañana de viernes, a pocas horas del triste recordatorio que será este sabado 18 de julio sobre Calle Pasteur sede de Amia, la Intendente de Ceres, Alejandra Dupouy, miembros del gabinete de secretarios, y los integrantes de la Comunidad Judia Ceres, recordaron aquel suceso terrible de la historia argentina reciente.
Leandro Friedman, miembro de la Comunidad repasó los dichos de aquella épocas, y lo que se maneja hoy con relación a la investigación de la causa Amia, que incluso tiene en sus idas y vueltas, la muerte del Fiscal Alberto Nisman.
En tanto la Intendente de Ceres relató dos historias, dos jovenes que murieron aquella fría mañana del 18 de julio de 1994 en la calle Pasteur, y reiteró el pedido de Justicia en la causa, solicitando al final un minuto de silencio por las victimas de Amia.
Posterior a los discursos se deposito un clavel en cada una de las 85 plantas que son el testimonio vivo del paso del tiempo, y de la impunidad del atentado más tremendo contra toda la nación.
