El presidente Javier Milei se jactó en campaña de ser un gran intérprete de las emociones sociales, que cuando rebasan el límite de la tolerancia quiere soluciones extremas. El hartazgo de la gente con la “clase política” lo llevó al extravagante candidato presidencial Milei a erigirse en la persona elegida por esa sociedad hastiada para terminar con lo que hábilmente él mismo utilizaría como estandarte de batalla: la casta. “Milei encarna el posibilismo de la inevitabilidad del cambio en Argentina, que podría herir seriamente a partidos tradicionales como la UCR, ¡ni hablar el PJ!, y el nobel PRO” reflexiona un letrado amigo, feliz de la corriente de pensamiento que acababa de crear.
Más urbano, un laburante de clase media, que votó a Milei para terminar con “la casta”, pero también para vivir mejor, ahora en la misma mesa del bar en la que despotricaba contra la “clase política, manga de atorrantes, corruptos, vividores del Estado”, proclamando a viva voz que “acá tiene que venir un loco que termine con todos esos”, hoy se estará preguntando “¿y la reactivación para cuando, macho”?; “¿hasta dónde seguirá el ajuste para que se la sigan llevando unos pocos”?; o sea ahora la casta “privada”.
El jefe de política de La Nación Jorge liotti, tras enumerar que Milei consiguió “moderar la inflación (la que heredó y la que disparó la devaluación que dispuso en diciembre), estabilizar el dólar, mejorar las reservas del Banco Central y ejecutar un tremendo ajuste fiscal sin que la conflictividad social desbordara”, señala que “en la propia Casa Rosada admiten que estos avances no son sustentables en el tiempo, porque están basados en decisiones coyunturales como la postergación de pagos y el atraso de aumentos salariales y jubilatorios. La merma en la recaudación, producto de la recesión, les está marcando que solo con recortes no van a poder sobrevivir, y que la necesidad de una reactivación económica rápida es un imperativo. El karma de Javier Milei de derrotar la inflación, aunque aún esté lejos de cumplirse, se empieza a manifestar insuficiente si no es acompañado por una recuperación del poder adquisitivo”.
No se ve el horizonte.
En definitiva: no hay – o al menos no lo exhibe Milei – un proyecto de gobierno sostenible.
La Bolsa de Comercio de Santa Fe, la Unión Industrial, FECECO, entidades santafesinas vinculadas a la producción y el comercio, encendieron luces de alerta sobre el tobogán recesivo en que está inmersa la actividad económica en la Provincia de Santa Fe, cuya recaudación de la segunda quincena de marzo sobre la segunda quincena de febrero cayó un 10%
La Secretaria de Energía Verónica Geese fue clara ante el pedido de las Cámaras del Comercio sobre las siderales facturas de energía que están recibiendo: “no podemos absorber un solo centavo, la EPE este año tenía presupuestado pagarle a Cammesa 160 mil millones de pesos por la energía que los santafesinos consumiríamos en todo el año, pero con el aumento de febrero la EPE deberá pagar 400 mil millones, o sea unos 240 mil millones más” señaló, para luego advertir que se viene otros aumentos.
Los industriales ya saben que su mayor preocupación será el costo del gas, que se calcula aumentaría 12 veces, y la mayoría de las industrias son dependientes del gas en sus costos, que también influye en el precio de la generación de electricidad.
En materia de electricidad, el Ministro de la Producción Gustavo Puccini dio instrucciones de direccionar la nueva versión del Prosumidores al sector productivo (sin dejar de lado los residenciales) ya que tendrá una tasa de retorno más favorable para ellos por las razones antes expuestas.
Todo esto ocurre – al igual que los combustibles en los surtidores – porque el
internacionalizaron el precio del gas y los combustibles líquidos, y ahora la capacidad de intervención es poca desde el relato del gobierno sin traicionar sus dogmas libertarios, que terminarán con el propio Milei más temprano que tarde si no flexibiliza sus posturas. Las prepagas ya le mostraron cuantos pares son tres botines (lo mismo las alimenticias).
Citando nuevamente a Liotti: “estas son señales de advertencia de las dificultades de aplicar un liberalismo silvestre en un país que convivió siempre con un entramado regulatorio muy ramificado”.
Pullaro mantiene la paz con los estatales.
Fronteras adentro Pullaro encaminó, por ahora, la paritaria docente habida cuenta que los propios sindicalistas advirtieron que no podían seguir sin cobrar los aumentos (que UPCN y ATE habían aceptado) y se exponían al seguro descuento de los días no trabajados. De todos modos, el escaso margen de aceptación del 18% de aumento docente presume tironeo todos los meses.
Este jueves la docencia fue citada nuevamente para discutir los salarios de abril, ronda que comenzó el jueves pasado con UPCN y ATE a quienes recibirán el viernes, cumpliendo con la premisa de acordar aumentos de sueldos mes a mes, en una especie de cláusula gatillo sui géneris, toda vez que no será sobre la base del costo de vida, sino sobre la recaudación.
La Ley Bases en varios puntos le sigue haciendo ruido al gobernador santafesino Maximiliano Pullaro (a quien le tienen retenido los fondos para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones, que será puesta bajo la lupa parlamentaria) pero no tiene muchas maneras de hacer algo con solamente dos diputados radicales uno de los cuales, Mario Barletta, prácticamente dio su conformidad.
Por Dario Schueri