«Ya lo dijo Omar que en diciembre iban a haber cambios en el equipo, pero no responden a lineamientos políticos sino, fundamentalmente, al desempeño de cada funcionario», explicó una alta fuente de la Casa Gris intentando minimizar las especulaciones sobre los motivos de esas modificaciones en el gabinete de Perotti.
Es que uno de los candidatos a dejar el cargo es el ministro de Gobierno, Roberto Sukerman, uno de los principales referentes de La Corriente de la Militancia que lidera Agustín Rossi quien enfrentó a la lista del gobernador en la interna peronista santafesina.
Uno de los nombres que suenan con mayor insistencia para reemplazar a Sukerman es el senador Roberto Mirabella, el hombre de mayor confianza del gobernador que el 10 de diciembre debiera asumir en la Cámara de Diputados luego de encabezar la lista del Frente de Todos.
El otro Ministerio crítico es el de Cultura que ocupa Jorge Llonch, esposo de la vicegobernadora Alejandra Rodenas con quien Perotti hace meses que no se habla. Rodenas y su marido pertenecen a la agrupación Nuevo Espacio Santafesino que lidera el senador Armando Traferri, en guerra con el gobernador desde que quedó comprometido en la causa de la mafia del juego clandestino y ve la mano de Perotti detrás de la causa que lo tiene en jaque.
Pero más allá de eso, en el Ejecutivo están descontentos con la gestión que llevó adelante Llonch, sobre todo, durante la cuarentena dura cuando la población debió permanecer en sus domicilios y desde Cultura fueron pocas las opciones que ofrecieron.
«Hoy la cultura no se reduce a organizar recitales de músicos amigos sino que tiene una impronta mucho más amplia que debe entenderse como una verdadera industria que genera puestos de trabajo y hace mover a la economía», consideraron fuentes oficiales. De hecho, uno de los activos que se ofrecen desde Santa Fe a los mercados emergentes son productos culturales vinculados a las nuevas tecnologías y las startups.
Como sea, los días de Llonch al frente del Ministerio están contados y es otro de los funcionarios que saldrán del gabinete en las próximas semanas.
En el caso del Ministerio de Seguridad, a cargo de Jorge Lagna, la situación es muchísimo más delicada por la crisis de seguridad y los atentados de los últimos días. En principio, en el gobierno están convencidos que las balaceras, que escalaron a su pico máximo cuando sicarios balearon un tradicional restaurante, se dan como respuesta de las bandas narcos al avance de las investigaciones.
Sobre todo, por los allanamientos a las financieras donde transformaban el dinero de los búnker de droga en dólares. Ahora, las casas de cambio entraron en pánico y se limitan a operar con clientes conocidos que pueden demostrar sus ingresos y los traficantes se quedaron sin un mecanismo de blanqueo rápido que les garantizó resultados durante años.
Por otro lado, el ministro tiene a su cargo la conducción política de las fuerzas de seguridad provincial y cualquier rumor de cambio profundizaría la crisis de autoridad en la policía. Sin embargo, hay un hecho objetivo que alimenta las versiones de cambios en la cartera más importante para Perotti.
Se trata de la permanencia de Germán Montenegro como secretario de Seguridad. Montenegro desembarcó en Santa Fe en el equipo de Marcelo Saín y era uno de los nombres que más se mencionaba cuando este renunció pero nunca pudo asumir porque no tenía los dos años de residencia en la provincia que se exige para ser ministro y por eso se hizo cargo Lagna. En las próximas semanas se sabrá si continúa el actual ministro o también habrá cambios.
La incertidumbre también se extiende al Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Danilo Capitani. Desde la oposición agitan la existencia de irregularidades en las compras de alimentos durante la emergencia destinados a la asistencia de las familias más necesitadas. Apuntan a compras de grandes volúmenes a negocios que en apariencia no tendrían la capacidad de cumplir. Por tal motivo, Capitani fue convocado a la Legislatura para brindar explicaciones.
En el oficialismo niegan rotundamente las acusaciones y dijeron a este medio que las órdenes de compras tuvieron que pasar por exhaustivos controles ya que no solo se tenía que garantizar que las empresas tuviesen la mercadería, sino también averiguar el origen de las firmas ya que se detectaron que muchas SAS -Sociedades por Acciones Simplificadas- se utilizaron para darle cobertura legal al negocio narco y por ello, debían filtrar por antecedentes.
En definitiva, en el gobierno de Perotti se preparan para un relanzamiento de la gestión y para ello aparecerán nuevos funcionarios al frente de carteras claves aunque también habrá movimientos en las segundas líneas de áreas sensibles como las encargadas de las políticas de inclusión y programas para jóvenes.
En la Casa Gris están entusiasmados con los niveles de reactivación que viene mostrando la provincia pero señalan que ese incremento no se está reflejando en la absorción de los jóvenes a empleos genuinos a pesar de haber hecho cursos de formación o talleres de oficio porque no se hicieron los convenios necesarios con las empresas que lograron mayor dinamismo, entre otras causas. Lo cierto es que también se esperan cambios en esas áreas.
Con información de La Politica On Line