Este miércoles, a través del Decreto 133/25 que lleva la firma de Javier Milei y Luis Caputo, se eliminó la prohibición de exportar ganado en pie, luego de 50 años.
De esta forma se abre la posibilidad de generar nuevos mercados para el sector ganadero argentino. «La prohibición se impuso por un problema de abastecimiento en 1973 y, como en Argentina no hay nada más permanente que lo transitorio, quedó vigente por 50 años», señaló Federico Sturzenegger en la red social X.
El funcionario nacional destacó que la exportación de ganado en pie es un mercado activo e importante en el mundo.
«La mayoría de los países ganaderos lo permiten (92 países exportan ganado en pie). El monstruo del mercado mundial es Australia con barcos que cargan 30.000 cabezas de donde abastece el mercado asiático. Australia, Francia y Canadá́ exportan cada uno más de 1.000 millones de dólares por año de ganado en pie. Uruguay exporta 250 mil cabezas, mientras que Brasil, exporta 75 mil».
Producto de alto valor
Sturzenegger sostuvo que el ganado en pie, además, es importante porque es un producto buscado por sociedades que tienen métodos particulares de faena (Turquía, por ejemplo, no faena animales castrados). «Excluirnos gratuitamente de esos mercados es un sinsentido», agregó en X.
«En las últimas semanas se estuvo discutiendo el tema del tipo de cambio, pero pareciera omitirse del debate la extraordinaria la cantidad de restricciones que le habíamos autoimpuesto a nuestro comercio. Además de este ejemplo, en los últimos días hemos debatido los casos de cueros, carbón y chatarra, todos con prohibiciones o puntos de exportación limitados que cercenan las posibilidades de exportación. Insólito», completó el funcionario de Milei.
Más divisas, más trabajo
“Promoverán una mayor inserción de la República Argentina en el comercio mundial”, sostuvo el decreto que lleva la firma del ministro de Economía, Luis Caputo.
Por su parte, el Gobierno argumentó que garantizará la vigencia de un sistema económico basado en decisiones libres, adoptadas en un ámbito de libre concurrencia, con respeto a la propiedad privada y a los principios constitucionales de libre circulación de bienes, servicios y trabajo.
“Se dispondrá la más amplia desregulación del comercio, los servicios y la industria en todo el territorio nacional y quedarán sin efecto todas las restricciones a la oferta de bienes y servicios, así como toda exigencia normativa que distorsione los precios de mercado, impida la libre iniciativa privada o evite la interacción espontánea de la oferta y de la demanda”, detalla el decreto.
Con información de El Litoral