La guerra de los 74 días. Malvinas, el territorio nacional en manos «invasoras». Asi quedaría plasmado en la memoria de todos los argentinos aquel año 1982. Fuimos a la guerra contra uno de los ejerecitos más poderosos de la tierra. Reconquistamos las Islas el 2 de abril, pero el 14 de mayo, el resultado irreversible de la contienda, pondría punto final a la misma y la rendición Argentina ante el Reino Unido. Detrás de los 649 muertos argentinos, y los 255 soldados británicos, miles sintieron el rigor de la postguerra. Tanto lo sintieron que años posteriores muchos no superaron aquella batalla y se quitaron la vida.
Malvinas, a 38 años de la guerra, sigue siendo un herida abierta de un lado y del otro. Para los argentinos, el sinsabor de ver territorio propio en manos extranjeras. El tiempo que ha pasado desde la guerra, ha servido para interpretar aquel momento, y evitar volver a «matar y morir». Basta de guerras, la diplomacia, tendrá que avanzar paso a paso para recuperar en un escritorio, lo que quisieron con tanta valentía recuperar para siempre nuestros soldados, «héroes de Malvinas». Los caidos en las islas, los verdaderos e inolvidables héroes, y aquellos que regresaron vivos para contar la historia, vivida desde adentro.
Nunca más una guerra, nuestro pueblo no debe desafiar a ninguna potencia con una pelea cuerpo a cuerpo, nuestros diplomáticos y políticos deben ser el nuevo frente de combate, y asegurarle al pueblo argentino, que aquel 1982 no fue en vano.
Proteger, querer, y amar por siempre a los hombres que dejaron su vida, y la vida de sus seres mas queridos en una guerra innecesaria.
Malvinas eran, son y serán siempre Argentinas. La geografia no puede taparse con un papel o una bandera. La soberania jamás se cuestiona, las invasiones han sido siempre temporales, ya pasaron 38 años, y deberemos seguir afianzando nuestro compromiso de honrar a nuestros héroes, y recuperar las Islas, pero en medio de un marco de paz.

Martin Farias